Best Mistake |Z.M|

Twenty Three

- Anne -

A pesar de no quererlo, de desear que ojalá fuese diferente. Tuve que terminar con lo que fuese que hubiéramos tenido. Terminar algo que no llegó a empezar. 

Intenté hablar con Zack, quería hablar con él. Abrazarle y besarle por última vez, pero no me lo permitió. Le lloré a la puerta cerrada de su despacho, deseándole lo mejor, y que ojalá fuera todo diferente. También fui a ver a Jane, que estaba coloreando unos dibujos en su habitación.

- Mami, ¿estás bien?- me preguntó limpiándome las lágrimas. La iba a echar mucho de menos, pero no iba a ser fácil para nadie, si seguía manteniendo contacto con ella. 

- Jane, voy a irme lejos y a lo mejor no nos veamos nunca más- la abracé lo más fuerte que pude

- ¿Por qué? Por favor no te vayas mami...

- Papi te encontrará una mami mejor. Te querrá más de lo que te quiero y querrá a tu padre incondicionalmente.

- Yo no quiero otra mami, solo te quiero a ti. No te vayas...

- Lo siento mucho. Te quiero, te quiero Jane. Y dile a tu padre que también le quiero

Cogí la poca fuerza que me quedaba y me fui. Corrí hasta la salida y cogí un taxi. Al llegar al hospital, me senté en el sillón que estaba al lado de la cama de Harold.

- Hola- dije con una sonrisa en la cara, a pesar de estar llorando, a pesar de estar rota, a pesar de saber que no me haría caso- te necesito Harold, te necesito más que nunca. La he cagado. La he cagado contigo, con Zack, con Jane, y conmigo misma. Me siento la peor persona del mundo. Y lo siento tanto... Porque al fin y al cabo, el más afectado eres tú. Me he enamorado de tu mejor amigo, mientras tú estabas aquí. Lo siento mucho. Te compensaré, os compensaré a todos. 

Besé su mejilla y apreté su mano. Iba a tomar la decisión más estúpida, pero era la mejor, para todos. A pesar de sentir que no. 

- Me voy Harold. Te echaré de menos, te echaré muchísimo de menos, pero creo que es la mejor decisión. Prometo estar pendiente de tu recuperación, y te prometo que volveré y te lo explicaré. Todo. Te quiero.- Besé sus labios y me fui. No sin antes dejar una hoja en la mesita que había al lado de la camilla de Harold.

- Zack - 

Dos días después de haber dejado ir a Anne. No me movía del despacho y había cogido costumbre a beber a todas horas. Jane seguía sin hablarme y sinceramente lo agradecía, porque no quería hacerla daño, y mucho menos que me viera así.

- Zack, necesitan a un familiar en el hospital- Margaret entró en mi despacho, dejando la comida 

- Que vaya Anne- escupí enfadado 

- Las enfermeras me han dicho que no ha ido nadie a verle, a pesar de mi

La miré extrañado. Anne debería estar ahí, es por eso que no está conmigo, porque su conciencia no le permitía estar con alguien que no fuera Harold. Me levanté de mi sillón y fui a darme una ducha. No había ido a ver a Harold desde que se fue Anne, y aunque me doliese verle, porque me recordase a ella. Harold era mi mejor amigo y me sentía un capullo dejándole solo.

- Buenas tardes- dije en cuanto entré a la habitación de Harold

- Zack, ¿verdad?- preguntó el doctor que nos recibió la primera vez que vine. Asentí- Necesito que me firmes unos papeles. Pero antes, toma- me entregó un papel doblado- las enfermeras lo vieron hace dos días y como no venías, hemos decidido guardarlo.

Cogí el papel- gracias, ahora iré a por los papeles

El doctor asintió y se fue. Miré a Harold y me acerqué a su cama. 

- Hola tío- le saludé y le agarré de la mano- ¿Anne no ha estado viniendo a verte? No se ni para qué te pregunto, si Margaret me ha dicho que ha sido la única en venir a verte- suspiré y miré la hoja doblada- ¿Sabes de quien es? ¿Será de Anne? Ojalá fuese de ella. La echo mucho de menos. Muchísimo de menos. Y Jane también la echa de menos. Se que la he cagado Harold. Pero qué puedo hacer, quiero a Anne. Y se que fue tuya antes, pero no podía dejarla ir. No podía dejar que estuviese contigo, porque la quería conmigo. Eso no es de amigos, de hermanos, lo se, pero la quiero. De verdad.

Solté a Harold y decidí desdoblar la hoja. 

"Hola Zack,

Ya que no me has dejado despedirme de ti en persona, lo haré por escrito.

Empezaré pidiéndote disculpas. Siento no haber aguantado. Siento no haber luchado por lo nuestro, pero no era capaz, no con Harold en este estado. Me sentía la peor persona del mundo. Y seguro que Mike no iba a estar orgullosa de mí. 

La noche, la última noche que pasamos juntos, no pude dormir. Estuve pensando en Harold. Pero luego te miraba y todo me daba igual. Tú me hacías sentir importante, hacías que todo me diera igual, que yo era lo único importante y te lo agradeceré de por vida. 

Espero que encuentres a alguien mejor, que te quiera incondicionalmente y que te merezca. Tienes que abrir tu corazón a otros Zack. Jane necesita a alguien que la quiera como su propia hija. Tienes que hacerla olvidarme, y tú tienes que olvidarme. Porque siempre seré ese alguien pasajero en tu vida. 

Tú y Jane habéis sido lo mejor que he tenido y estaré eternamente agradecida. A pesar de las circunstancias. 

Y Zack, no te confundas. No me arrepiento de nada de lo que hayamos hecho. No me arrepiento de haberte conocido, de haber pasado las mejores vacaciones de mi vida, de haber tenido un cumpleaños inolvidable.Y mucho menos iba a estar arrepentida de los besos, de las caricias, de los abrazos, porque sólo tú me has hecho sentir así de especial. 

Por último, siempre serás mi mejor desayuno y mi último vino del día. Porque a pesar de haber sido rápido, me has hecho sentir como nadie. Gracias.

Te quiero Zack. Y por favor, dile a Jane que la quiero y que siempre será mi pequeña. Porque después de todo, has sido el mejor error que he cometido.

P.S: Se feliz ahora que no estoy. Haz que Harold despierte y haced como si nunca hubiera estado en vuestras vidas. Porque lo único que he hecho, es joderlo. 

P.S.2: Lo siento mucho. Lo siento mucho por Harold, por haberme enamorado de su mejor amigo y por haber aspirado a formar una familia contigo y con Jane. 

Firmado, con amor: Rhianne Adams, a.k.a Anne"

Leí y releí la carta. Anne se había ido y no sabía a donde. Arrugué la carta y la tiré al suelo. Estaba enfadado, con ella, y conmigo. Porque ninguno de los dos quiso luchar. Porque ninguno de los dos quiso que funcionara. Porque ambos, tiramos la toalla enseguida. 

Me levanté del sillón y recogí la carta, era lo último que me quedaba de ella y no iba a perderlo.