Act 08

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° Another me °

La noche finalmente cayó y Pinchimono se dirigía con total tranquilidad hacia a su hogar, a él le importaba un carajo el tener que estar afuera a esas horas, era consiente de que el peligro que se encontrara no podía igualar sus dotes con las armas.

Pinchimono seguía su recorrido tranquilamente, caminando a un lado de los faroles que iluminaban las calles, el tráfico no era tan constante a esas horas de la noche, así que tuvo otro motivo menos para fastidiarse.

La calle estaba casi desierta, la única persona que vio en el trayecto fue a un vagabundo buscando comida entre la basura. Pero justamente al doblar la esquina, se encontró con la persona que menos hubiera deseado encontrar. Una criatura semejante a él salió de un callejón oscuro, caminó arrastrándose forzosamente y se plantó frente a Pinchimono. El ser sonrió mostrando sus dientes afilados.

—Antimono. —Dijo Pinchimono sin sorpresa alguna. Estaba acostumbrado a que apareciera así de golpe para joderle la existencia.

—Pinchimono. —Replicó la criatura con esa voz distorsionada que tanto le fastidiaba— Tanto tiempo sin verte.

—No tengo tiempo para pendejadas. —Se apresuró a decir Pinchimono intentando evadir a su contraparte errónea.

—No no, espera —Comentó bloqueando el paso del contrario—. No vine a pelear, solo quiero darte un pequeño anuncio.

Pinchimono rodó los ojos y gruñó ya fastidiado.

—BIEN, HABLA. —Contestó Pinchimono tratando de contener sus ganas de volarle cabeza de un disparo.

—Quiero que esto te quedé claro: tú eres un error —Comentó la contraparte mientras su cuerpo comenzaba a parpadear—. Los dos no tenemos cabida en este mundo. No eres más que un simple parásito que se alimenta de la negatividad de un tipo miserable... —Aquello último lo dijo con tal resentimiento que hizo q Pinchimono fruncir el ceño— ¿De verdad crees que eres algo para ese tal Negas? ¿Piensas que en realidad te aprecia? Por favor, solo haces de su vida mucho más patética de lo que ya es.

—¿A que viene todo eso? —Preguntó Pinchimono tratando de modular un poco su voz.

Antimono sólo sonrió, Pinchimono no pudo evitar sentir algo al mirar aquél rostro que parecía mucho más tétrico de habitual. La sonrisa simplemente le dió a decir: "Lo verás más adelante"

La criatura caminó con torpeza y volvió a escabullirse en ese callejón oscuro de dónde había surgido. Pinchimono solo se quedó de pie dónde mismo tratando de encontrarle algo de sentido a toda la palabrería que su contraparte había dicho.

(...)

Pinchimono llegó a la casa a altas horas de la madrugada, el sabía que se encontraba en problemas pero no le importaba en lo más mínimo. Entró al sitio y cerró la puerta suavemente tratando de evitar algún ruido.

Sin embargo, se percató de que su padre se encontraba dormido en el sofá, se había quedado hasta tarde esperando a su hijo. El ente solo contempló la escena sin saber que pensar.

Una cosa le había quedado clara esa noche: Negas si lo apreciaba. Antimono se había equivocado en esa cuestión.

Pinchimono solo se limitó a arropar a su padre con una cobija y acto seguido caminó rumbo a su habitación.

No durmió esa noche tratando de buscarle sentido a las palabras de Antimono.


Dᴇᴀᴛʜ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora