Capítulo 13: Sentimientos encontrados

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Hoy me desperté llorando, había soñado con mis padres y por un momento los sentí conmigo, pero cuando desperté, mis padres se habían esfumado

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Hoy me desperté llorando, había soñado con mis padres y por un momento los sentí conmigo, pero cuando desperté, mis padres se habían esfumado. Me levanté directamente al baño y tomé una ducha caliente, me senté en la bañera y por un momento me quedé quieta, todo esto era como un sueño, era tan irreal. Cuando terminé de bañarme, salí de la bañera y me detuve frente al espejo, mi cara estaba hinchada, llevaba unas enormes ojeras y me veía cansada.

Hoy es el baile y el evento del día de Sedna, estaba un poco nerviosa porque todo era desconocido. Una parte de mí quería llamar a Nixon y cancelarle, pero me contuve. Enid entró a mi habitación más tarde para maquillarme, ya que era su especialidad. Ella siempre fue buena maquillando, en cambio yo no. Agradecía tanto que existiera el maquillaje en Sedna. Enid tapó las grandes ojeras que tenía por haber llorado toda la noche, puso un poco de rubor y por último, me puso un labial rojo y coloco un prendedor bastante raro —típico de Sedna— en mi cabello sosteniendo un mechón. Me miré en el espejo y sentí que ante mis ojos tenía a una extraña. Sin duda tenía que maquillarme más a menudo.

Nixon llegó unos minutos después al sector, me despedí de Enid que la vería más tarde en el baile. Cuando salí del sector, vi a una distancia a Nixon recargado en un auto, me sorprendí verlo con un traje azul marino.

—Estás hermosa —dijo cuando llegué a él.

—Gracias —sonreí.

Nixon me ayudó a subir al auto amablemente.

—Para ser honesto, pensé que no ibas a aceptar —comentó cuando dio marcha al auto.

—¿Por qué lo dices? —pregunté.

—Pensé que irías con Arenkis —comentó, yo lo miré por unos segundos—. Como siempre están juntos, pensé que...

—Aren y yo no tenemos nada —lo interrumpí.

El trayecto hacia el baile fue silencio. Cuando llegamos, Nixon me ayudó a bajar del auto con amabilidad. Antes de entrar al lugar, una de sus manos se deslizó por mi espalda, llegando a tocar mi cadera y un poco abajo, inmediatamente me puse muy tensa y me dije a mí misma que era un accidente. Tenía que serlo. Tan pronto como entramos, tomamos asiento en una de las mesas que había, observé el lugar que estaba decorado, me recordó a los bailes de la escuela, los echaba de menos.

—¿Quieres algo de beber? —preguntó Nixon.

—No, estoy bien así —respondí.

Mi madre una vez me dijo que no aceptara bebidas de un hombre, y menos si no veía si le echaban algo, estar en otro planeta no me haría cambiar de opinión.

—Bueno, ahora vuelvo —dijo, desapareciendo entre la multitud.

Me quedé sentada observando el lugar. Vi algunos Atrex bailando y otros bebiendo. Había algunos androides que supuse que eran los meseros, ya que llevaban en las manos unas charolas que tenían con bebidas. Me percaté también, que los vestidos de las Atrex llevaban luces como me había dicho Dixie. Unos eran demasiado exóticos, y otros simples, pero todos eran hermosos. Miré hacia la entrada y vi que iba llegando Dixie con Anakin, rápidamente les hice una señal.

SEDNA: Más allá de la tierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora