Capítulo 11: Las amenazas continúan

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Enid, Dixie y yo habíamos ido al centro comercial

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Enid, Dixie y yo habíamos ido al centro comercial. Yo no solía ir porque no me gustaba, pero aquí eran totalmente distintos. Normalmente se usaba un programa para comprar la ropa casual o informal que todos los Atrex usan, pero cando se hacían eventos como estos, se recurría ir a las tiendas, donde vendían las prendas especialmente para eso.

Todavía faltaba una semana para el baile y el día de Sedna, pero Dixie dijo que ella siempre venía antes, porque encontraba mucha variedad, claro, antes de que se agotaran las cosas. Eso me recordó a mi planeta. Si querías comprar un vestido antes de navidad, tenías que ir antes, porque si no la gente se amontonaba o se agotaban las cosas, y para pagar era un dolor de cabeza.

Entramos a una tienda que era bastante grande. Por lo que nos comentó Dixie, los vestidos tenían que tener luces, mientras más te hacías notar, mejor lucirías. Realmente no pretendía hacerme notar, pero las reglas eran esas. Era el único día donde los Atrex debían usar el mejor atuendo.

—Mira este vestido, se vería bien en ti —Enid me lo pasó, yo lo tomé y lo observé, tenía un escote un poco atrevido, era color blanco de tirantes, tenía unos diseños extraños y lleno de brillos. Aunque no estaba nada mal.

—Me lo probaré —dije.

Enid escogió un vestido negro largo, de arriba parecía un corsé y de la parte de abajo era suelto con destellos dorados. Dixie no podía escoger entre tantos colores y diseños. Mientras tanto, Enid y yo entramos al probador.

—¿Qué les parece? —les pregunté en cuanto salí.

El vestido me llegaba hasta el suelo, era suelto y bastante ligero, tenía una abertura en la pierna lo que hacía que me viera alta. En la oscuridad el vestido brillaba con tonos plateados. Me sentía como cenicienta yendo al castillo.

—Me encanta como se te ve, sin duda tienes que llevar ese —dijo Enid asomando la cabeza por el probador.

—Te queda perfecto, Adhara —añadió Dixie sonriendo.

—¿Y a mí como me luce este? —preguntó Enid saliendo del probador—. No me gusta tanto el escote, es injusto no poder llenarlo —se quejó.

—Se te ve hermoso, Enid —comenté sonriendo, y era cierto, Enid tiene una hermosa silueta y ese vestido se acoplaba bien a su cuerpo.

—Odio no tener pecho —añadió indignada—. Pero aclaro, no por eso no compraré el vestido.

Dixie entró al probador y no tardó mucho, salió con un vestido azul, de arriba era ajustado y en forma de mariposa, le llegaba hasta la rodilla, pero por detrás llevaba una capa larga del mismo color, todo el vestido brillaba, se miró al espejo alzando su cabello. Estaba realmente hermosa con ese vestido.

—Me gusta —dije—. Te queda de maravilla con tu estatura.

—Creo que me llevaré este —contestó.

SEDNA: Más allá de la tierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora