"Si olvidas a las víctimas de esta guerra, ellos ganan"
(pinta en el Callejón Diagon)
6 de marzo de 1999
Cuando despertó, ella estaba allí, mirándolo. Parecía haber estado allí toda la mañana, mirándolo con esos ojos acongojados, pero, cuando despertó, no sentía ninguna clase de dolor ya. Se sentía mucho más tranquilo, mucho más en paz. Ginny suspiró aliviada en cuanto vio que la miraba a ella y movía su mano hasta tocar la suya. Ella intentó sonreír, pero no funcionó, Peakes sabía que su sonrisa se había convertido en una mueca medio irónica para siempre.
—¿Estás bien? —preguntó, y no tuvo necesidad de decir nada más.
—Estoy bien —respondió él. «Estoy entero», se dijo para sí. Estaba entero, o al menos eso le parecía.
Ella no preguntó cómo fue. No preguntó ninguna clase de detalles. Esos ya los conocía de primera mano, con excesivo detalle. En vez de eso, le palmeó la mano un poco antes de retirarla.
—Pomfrey me dejó estar aquí. De incógnito —contó ella.
—¿No vas a clase?
—Ya no —murmuró ella—, demasiado arriesgado. —Volteó hacia un pedazo de tela que tenía entre las manos y la extendió un poco, para que Peakes pudiera verla—. ¿Sabes qué es esto?
Él negó, pero aquella era, definitivamente, la tela más rara que había visto nunca. Extraña.
—Se ve... extraña —comentó—. ¿Qué es?
—Es... la capa de invisibilidad más infalible del mundo, según mi hermano —dijo ella—. Es de Harry. La envía Ron. Dice que la necesitaré.
—¿Cómo llegó?
—Abe. Cuando Luna fue a conseguirme algo de comida en la sala de los menesteres, Abe se la dio —contó ella, rápidamente.
—¿Y?
—La vamos a necesitar, Jimmy —contó ella—. Tú, yo, y Luna. Esto va a acabar en pocos días.
No agregó «y vamos a ganar». Por alguna razón, simplemente dejó claro que acabaría, para bien o para mal. Jimmy Peakes sabía exactamente por qué: era su última oportunidad, no podían desgastarla de ninguna manera. Cerro los ojos un momento, aun se sentía cansado y quería olvidar la noche anterior, quería eliminarla de su mente.
—Entonces... —empezó.
—Sí —respondió ella antes de que acabara siguiera de hacer la pregunta—. Sí. Quedan pocos días. Los Carrow están empezando a desesperarse. Sólo tenemos un golpe. Una oportunidad. Sólo una. No podemos malgastarla de ninguna manera.
—No lo haremos...
Él intentó incorporarse, para aferrar una de las manos de Ginny, pero ella se puso tensa.
—Sé qué piensas eso. Pero cualquiera puede caer.
—Al menos, tenemos la rabia suficiente para llevarnos a algunos con nosotros, ¿no? —intentó sonreír, pero supo que sólo le había salido una media sonrisa, torcida, intentando mostrarle al mundo una felicidad que no sentía.
—Sí —confirmó ella—. Sí la tenemos.
Entonces, dejó ver lo que tenía bajo la capa de invisibilidad.
—Llegó esto, junto con la capa —le pasó el pedazo de pergamino—. Es una carta. De mi hermano.
Jimmy, sin decir nada, la tomó, y empezó a leer la apretada letra de uno de los Weasley.
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El país de las pesadillas
Fanfiction"Fuera régimen de terror", es el letrero pintado en una de las paredes del callejón Diagon. Los mortífagos se instauraron en el poder, pero los panfletos vuelan por las calles y la resistencia no está a dejarlos ganar sin pelear hasta el último alie...