#11: Un secreto de altos riesgos

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Bueno, parece que vamos a pasar un tiempo juntos, ¿eh? —comentó Ezio después de clase, para romper aquel silencio tan incómodo que se había formado.

Os habíais reunido Keith, Ezio y tú en un lado del pasillo para conoceros mejor, pero Keith no parecía muy dispuesto a charlar.

Después de recibir la noticia de que iba a ser el tutor del chico nuevo, le veías más frío de lo normal.

Aún sabiendo cómo es Keith, te parecía raro. Hacía un rato parecía estar encantado de no tener cerca a Clyde y ahora parecía que le molestaba más Ezio que él.

Ya, ya... —respondió Keith, cortante. Empezaba a darte pena el italiano— Oye, voy al baño. Ahora vuelvo —dijo y se fue sin más, con la cabeza gacha.

Creo que no le caigo muy bien —te dijo Ezio, algo alicaído.

En ese momento te fijaste en su físico y comprobaste por qué media población femenina babeaba por él.

Tenía el pelo castaño y le llegaba por la nuca en un corte muy moderno. Cuando hablaba parecía que te cautivaba y si le mirabas a esos ojos claros que poseía terminaría embelesándote. Por no hablar de su perfecta sonrisa.

Su estilo le hacía ver aún más guapo, con su camisa por debajo del chaleco vaquero y sus pantalones oscuros.

Realmente era muy guapo, pero tú seguías amando a Keith.

Oh, no te preocupes —dijiste en un intento de animarle— Su personalidad es así, algo distante, pero ya verás cómo con el tiempo os volvéis amigos.

Sabías que eso no era verdad por las miradas que Keith le dirigía, pero el chico parecía querer llevarse bien con él y no querías desanimarle.

Espero que sea verdad, Alexia  —dijo Ezio, con una tímida sonrisa—  Parece buen tío.

—"Si tú supieras" —pensaste.

Oye, ¿qué optativas has escogido tú? —preguntó, curioso— Me ayudaría saber que hay alguien conocido en mis clases.

Empezasteis a hablar de vuestras materias. Teníais algunas en común, otras las tenía con Keith pero ninguna solo.

Menos mal —dijo con un suspiro— Por lo menos me sentiré más seguro así —te miró y sonrió.

Ciertamente, era un ángel. Como el prototipo de chico perfecto. Algo tenía que fallar, no podía ser tan perfecto. Te asegurarías de averiguar qué era.

Rato después, Keith volvió del baño y casi le obligaste a ser amable con el italiano, pues este se mostraba muy interesado en él.

¿Tocas la guitarra? —preguntó, asombrado— ¡Sei incredibile! Me gustaría escucharte tocar alguna pieza —dijo, con admiración.

Algún día... —respondió, apartando la mirada y subiendo sus gafas.

Tú fuiste quien más conversó, pues Keith no parecía muy dedicado a ello. Ezio era un gran chico, muy humilde. Aún buscabas un defecto en él.

Más tarde llegaron Guro y Charlie y animaron la charla. Veías a Ezio bastante contento, haciendo nuevos amigos, y te alegraste por él.

Guro, muy descarado él, le pidió su número de teléfono y, después de obtenerlo, rápidamente le añadió a un grupo en el que estabais todos vosotros: La Pandilla.

No era muy original pero era algo.

Las clases pasaron y tú volviste a casa con Keith. No pasó mucho tiempo hasta que Ezio te envió algunos mensajes por privado.

Viviendo Con Un Asesino Tsundere [Keith x Lectora] {Blood Soup} |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora