Viviendo Con Un Asesino Tsundere [Keith x Lectora] {Blood Soup} |TERMINADA|

#7: Castigados II

Siento que dejé el capítulo anterior muy escaso para lo que pude haber escrito XD

ADEMÁS ME HE DADO CUENTA DE QUE EN ESTE LIBRO FALTA LO INTERESANTE, así que voy a remediarlo :D

Disfrutadlo~

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Keith y tú habíais pasado ya por 4 aulas y, sinceramente, os lo estabais pasando bien.

Perdiste un poco de vergüenza y a veces te animabas a tararear en bajito canciones que conocias de las que sonaban en la radio.

Era extraño verte mover los pies y el trasero involuntariamente, pero tú estabas contenta y no te percatabas.

Keith sonreía hacia tí, aunque no lo veías ya que procurabas no mirarle mientras cantabas para no morir de los nervios.

Total, que ibais a clase de Informática tarareando Sweet Child O'Mine [U otra que te guste].

— Melodía FM es la mejor~— canturreaste alegre, abriendo la puerta de clase.

— Menos cuando ponen canciones que no conoces, ¿verdad?— rió Keith.

— ¡Es que si ponen ahí a Los Del Río con La Macarena, tío!— te indignaste por un momento, pero no duró mucho y empezaste a reír.

Keith te acompañó en la risa y, al ver la clase llena de ordenadores a los que limpiar todo el Hardware, diste un suspiro de resignación.

[El Hardware es todo lo físico de los ordenadores, el teclado, la torre, la pantalla, etc.]

— Oh, que coñazo— hablaste, queriendo irte a casa y pasar de PeloSeta.

— Venga, que empieza a sonar Whitney Houston— animó Keith, dejando la radio en la mesa principal.

Empezasteis a bailar I Wanna Dance With Somebody muy fiesteros y realmente os veíais ridículos, pero lo importante es que os lo pasabais bien y ambos ibais perdiendo la vergüenza.

Te sentiste en parte mal porque mientras Keith limpiaba las torres de los ordenadores, que estaban en el suelo debajo de las mesas, tú te dedicabas a mirarle el trasero.
Por esto casi tiras la pantalla de un ordenador porque estabas tan concentrada en lo que veí- hacías que parecía que querías traspasar el ordenador con el trapo.

Al terminar en Informática te diste cuenta de que os dirigíais al aula de 1º.

No sabías por qué (de hecho, nadie lo sabía), pero esa clase siempre estaba llena de migas de galletas, de bizcochos y paquetes pequeños de patatas fritas.

Al entrar parecía que había pasado el tornado de la habitación de Sans.
Las sillas mal puestas, una que otra mesa tirada en el suelo y eso, migas por todos lados.

— Nos falta una escoba— reíste.

— ¿Sólo una?— respondió Keith, dándose la vuelta— Volvamos al armario del conserje a por un par de escobas y algunas varitas mágicas— bromeó.

El armario era bastante pequeño, la verdad. Apenas cabían todos los utensilios de limpieza que había como para caber dos personas.

Aún así entrasteis todo lo que pudisteis porque la dichosa escoba no aparecía.

Estabais algo apretados buscando la escoba que se os resistía, tanto que tu pierna no paraba de rozar con la suya.

— Joder, aquí no hay nada— bufaste.

Te apoyaste contra una pared, resignada, mientras Keith te miraba sin decir nada.

— Bueno— habló por fin— ¿Entonces limpiamos el suelo de 1º con el trapo, o...?— se apoyó en una estantería que tenía detrás.

Mientras pensabas qué decirle la estantería se descolgó y Keith tuvo que apoyarse en la pared de delante para no caerse.

Claro, al apoyarse en la pared tú quedaste acorralada entre sus brazos.

Tu corazón se aceleró y empezaste a respirar por la boca. Tu nariz y la suya se rozaban y te ponía muy nerviosa.

Os mirabais directamente a los ojos y, como Keith no se movía, no sabías bien qué hacer.

Habías dejado la puerta entrecerrada, por lo que el ambiente era oscuro pero la luminosidad era suficiente para ver tu cara completamente colorada.

Después de un tortuoso y cruel silencio, Keth empezó a moverse hacia tí muy despacio.

Cada vez tenías más calor en la cara y no eras capaz de moverte, aunque te morías por besarle ya.

Por fin acortó la distancia y empezasteis a besaros sin vergüenza alguna. Rodeaste su cuello con los brazos y él retiró las manos de la pared para ponerlas en tus caderas y pegarte más a él, profundizando el beso, que empezaba a ser algo salvaje.

Empezaba, pero se vio interrumpido por el ruído de la radio, que estaba apagada y había empezado a sonar sola, haciendo que dieras un brinco y Keith se separase de ti rápidamente.

— Puta madre...— susurraste emocionada pero con rabia acumulada. Querías darle una patada a la radio pero tendrías que pagarla luego, así que mejor no.

Keith rió ligeramente y se acercó a tu oído.

— ¿Continuamos en casa?— susurró con voz ronca y sexy.

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BUENAS, YA NO ESTOY DESAPARECIDA :D

Tardo mucho, sí, pero llegó lo bueno 7u7
No habrá lemmon porque soy un asco intentando escribirlo XD Pero puedo intentar describir escenas algo subidas de tono 🤔

Bueno, esto es todo, así que
¡¡¡AAAAAAADIÓS!!!