Conquistandote [Zorobin]

Capítulo IX

-- La noche --

Feliz.

Feliz me dirigo hacia la cocina, después de un placentero baño, buscando disfrutar de un desayuno a solas con Zoro, pues lo demás aún no regresan de la fiesta, es lo que me dice el sepulcral silencio de la esta mañana.

Pude ver mi rostro ligeramente sonrojado en el espejo del baño y ahora en la ventana que muestra el interior de la cocina, consecuencias de la placentera y satisfactoria noche de ayer.

Entro y veo a Zoro recostado en una de las sillas del comedor frente a un plato vacío y al otro lado un plato con comida, tapado para mantener el calor. "Buenos Días" le sonrío con alegría y amplitud, él me saluda con la cabeza, pues tiene la boca ocupada con una botella, aunque es una pobre excusa para no hacerlo, pero lo considerare por su comportamiento solitario.

Esa maldita botella, yo debería estar en su lugar "¿Regresaron los demás?" digo mirando el plato en un intento de querer sacar conversación, para escuchar su voz.

Aleja la botella de sus labios "Nami y Sanji regresaron temprano, luego volvieron a la isla" dice mientras yo me acerco a la mesa sentándome en la silla frente al desayuno "Nami dijo que ganaron alojamiento gratis en un hotel de lujo por 3 noches y una celebración en esta noche, tras ganar en una competencia en la fiesta. Y que antes del almuerzo vendrán nuestro reemplazo. El cocinero preparó el desayuno".

"Que suerte, podremos disfrutar de un Hotel de lujo por 2 noches y sin pagar" le digo y vuelvo al desayuno. Zoro asiente y apoya mis palabras, termina su bebida y va a lavar los cubiertos y platos que él había utilizado.

"Iré a lavar mi ropa, luego dormiré, vigila mientras tanto" dice terminando de lavar sus cubiertos y dirigiéndose hacia la puerta.

"Yo me encargo" sabiendo que probablemente no se habrá quedado dormido por tener que vigilar el barco y que quería aprovechar ya que ahora estoy despierta. Sale de la cocina, mientras yo termino mi desayuno.

...

Terminando de desayunar voy a mi habitación para recoger mis toallas, sábanas y ropas para lavar, pues todas deberán de estar secas antes de que abandonemos el barco antes del almuerzo para no quedarme con obligaciones en otro día.

Al entrar a la lavandería con lo que debo lavar entre mis brazos, Zoro observa a su nuevo acompañante, pero de inmediato sigue su tarea de lavar sus ropas, manualmente con cepillo y jabón en la pileta, sin usar la máquina de lavar que la mayoría utilizamos.

"¿No sabes usar la lavadora?" pregunto curiosa, pero también es la opción más factible.

"Demasiado botones y productos innecesarios. Esta forma es mejor, la ropa conserva más tiempo el color" responde encontrándole la lógica y tengo que aceptar sus razones.

Nuestra pequeña conversación termina y me veo en la obligación de encontrar otro tema, entonces recuerdo lo que me ha dicho ayer y como mientras tomaba una ducha decidí ser más directa en mis intenciones de coquetear con él, ahora lo aprovechare.

Suspiré inaudiblemente para que no me escuche, aunque difícilmente se le escapa algo, me acerco, saco algo de entre las toallas, me pongo en su lado no ciego y se lo muestro. "Ten" digo nerviosa y con las mejillas empezando a calentar. Su ojo observa y realiza una pregunta muda mirándome con su ceja levantada.

"Dijiste que es tu recompensa y creo que te lo ganaste justamente" explico mis acciones, mientras sostengo mi ropa interior húmeda en el aire, acercándolo hacia él para que acepte.