Capítulo XI

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-- El único --

Mi estomago se retuerce, imposible de contener las sensaciones que las pequeñas criaturas generan dentro de ella, que son provocadas al sentir como Zoro no me rechaza y mejor aún. ¡También me está besando!.

Siento como empiezan a invadirme sensaciones que alguna vez creí nunca sentiría en esta vida que se me declaraba de forma injusta y dolorosa, repetidamente, arrebatándome toda pequeña felicidad que alguna vez disfruté o quise disfrutar. Aquellas sensaciones que solo podía imaginármelas o ver como otros individuos lo disfrutan. Daba fe a que mi tiempo ya había pasado y que yo terminaría sola, observando a otros gozar entre ellos.

Pero, nuevamente, él ha hecho que vuelva a repensar y recalcular todo mi alrededor, ha hecho que vuelva a renacer y que todos esos pensamientos fueran extirpados de mi conciencia, dejando espacio libre para nuevas sensaciones y experiencias que en el futuro él me las ofrecería o mejor dicho me está ofreciendo. Estas sensaciones únicas e inexplicables que hacen que las palabras queden como inmundas, insuficientes y sin valor como para describir detalle alguno, pero no me importa encontrar palabras a la altura adecuada, me encanta esta sensación cruda, sin procesar, es tan ...... caliente y excitante.

Puedo sentir como estas sensaciones candentes empiezan en mis labios y fluyen por mi cuerpo, aumentado mi temperatura, la suavidad de sus cabellos rizados en mis manos, estas que acercan nuestros rostros guiadas por los deseos de profundizar y enfocarme en este maravilloso descubrimiento. Siento sus manos en mi cintura, como una de ellos sube por mi espalda hasta donde debería de estar el sujetador, si es que lo hubiese puesto en un principio, su mano baja de nuevo al nivel de mi cintura, con un toque tan suave impropio de sus gruesas y callosas manos, toques más suaves que las que mi piel ha podido obtener en ocasiones anteriores.

Como si realmente no quisiera tocarme, como si quisiera evitar cualquier acción que pudiera arruinar el hechizo que nuestros labios conjuran, sus manos, sus labios, sus caricias, su presencia me exigen soltar un jadeo hundida en el placer, no tardo en cumplir cada letra, pero desafortunadamente también interrumpe el beso, obviamente maldigo mentalmente a todo el mundo, pero al separarme siento su aliento chocar con mi boca, cálido y acelerado dándome a entender que no soy la única enfrentando consecuencias, que le he arrebatado el aliento como él a mí, y que posiblemente habría más besos que conjurar.

El sabor de sus labios impregnados en los míos, me relamo los labios encontrando un hilillo de saliva que me seguía uniendo con él, él me aleja de la cordura con sus toques suaves en mi espalda y cintura, escucho como intenta controlar su respiración. Pero yo incapaz de contener mis ganas vuelvo a adueñarme de su labio superior dándole un rápido beso y mordiéndolo, para luego seguir por su rostro adjunto.

Beso la punta de su nariz, su mejilla, su parpado, me desvió hasta su temple cruzando toda su frente para llegar al otro lado, bajo a su ojo lastimado con un ligero roce de mis labios en ellos para evitar cualquier situación que interrumpa, llego a la línea de su mandíbula no sin antes dejar mi rastro en su mejilla de este lado, sintiendo como su temperatura en el rostro ha cambiado, posiblemente está sonrojado, con la ayuda de mis besos dibujo su mandíbula en mi mente.

Al llegar a su mentón, lo 'muerdo' cubriendo mis dientes con mis labios para evitar una mordida real, tras un suspiro mental subo a sus labios de nuevo y le vuelvo a besar, esta vez ya usando mi lengua para un beso de verdad, no sin antes sujetar sus mejillas por ambos lados para indicarle lo que realizaría a continuación, dándole la opción de esquivarme si él quisiese, pero deseo que ni siquiera un pensamiento se incline hacia ese lado.

Con la lengua húmeda con mi saliva, humedezco sus labios lamiéndolos a consciencia, finalizando pego mi lengua a sus dientes pidiendo entrada, una entrada a un mundo que me gustaría explorar con él, o mejor dicho de él. Cuando nuestras lenguas se tocan me sobresalto por la chispa que recorre mi columna vertebral, él aprovecha e intenta domar mi lengua, pero no le puedo negar un combate, no lo permitiré doblegarme, lo enfrento con valor decidida a no dejarme ganar.

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⏰ Última actualización: Oct 01, 2018 ⏰

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