Mientras los Greengrass y Pansy se dirigían a la estación 9.3/4 para encontrarse con sus viejos amigos, a varios kilómetros de distancia se encontraba la mansión donde el primogénito Draco Lucius Malfoy Black se encontraba aun durmiendo en su alcoba junto a su compañero y amigo por cuatro años Sean Patrick O'Donnell quien era conocido como pariente lejano de los Nott's.
El despertador suena causando un gruñido por parte del lado de Malfoy quien se quita su cubre ojos negros para lanzarle una almohada a Sean para que apagara, lo que el calificaba como porquería muggle.
-Ey, apaga eso - ordeno molesto, pues ese ruido lo había interrumpido con su sueño de poder y grandeza que usualmente tenia, donde todas las mujeres incluidas sus amigas se derretían a sus pies. - Sean, ¡ey! - le tiro otra almohada sentándose en la cama y frotando su rostro con malestar ya mas tranquilo sabiendo que su amigo estaba despierto.
-¿Que pasa Draco? - inquiere frotando su rostro soltando un bostezo estirándose, suspira presionando el botón de su despertador y se levanta de la cama para ver por la ventana - Ya es de día, wow - miro su reloj de mano abriendo los ojos sorprendido y observa a las chicas de su amigo en los sofás levantándose para acomodar sus prendas. - Debería llamar a Daphne, le prometí hacerlo en la noche - rasca su nuca arreglando su cama y de paso buscando su celular.
-Bien señoritas, es momento de que se vayan - susurra sentándose en la punta de su cama estirando sus piernas - Ah no ser que quieras.. - inquiere señalando la cama y mirando a Sean quien rueda los ojos negando.
-Estoy bien, gracias amigo - tomo su móvil mandando un mensaje a su novia diciendo que anoche se había quedado dormido ni bien toco cama , suspira acomodando sus cosas y guardando su uniforme siente la mirada de su amigo lo que hace que frunciera el seño sabiendo lo que diría. - Suéltalo ya Draco, anda - dice ya resignado cruzando sus brazos y mirando a su amigo.
-Simplemente busco entenderte amigo, ¿rechazas un perfecto trió por escribirle a Daphne? - inquiere divertido mientras se quita la pijama quedando en pantalones y se acerca a las señoritas - ¿Acaso no las crees hermosas amigo? - juega con sus cejas haciendo que el rubio ojiazul rodara los ojos ante eso.
-Podrían porfavor traernos café y un calmante para el dolor de cabeza - pide amablemente a las empleadas de su amigo ignorando lo que Draco le dice - Gracias - les sonríe amigable y toma su bata para ir al baño siendo seguido por su amigo platinado. - Draco es simple, Daphne me importa ademas no todo en la vida es sexo - asegura abriendo el grifo del agua.
-Todo es sexo Sean, la vida completa - comienza a rasurarse con cuidado mientras conversa con su amigo. - Simples placeres de la vida, no puedes resistir a tu naturaleza feroz amigo - sonríe de lado limpiándose. - El sexo es parte de tu vida, y créeme Daphne lo sabe solo se hace la difícil - explica acomodando su cabello. - La mayoría de las mujeres lo hacen, sobre todo si se trata de su primera vez. - rueda los ojos haciendo una mueca.
-Oye oye oye - ríe saliendo de la ducha con una toalla en su cintura y se cerca para afeitarse. - ¿Como sabes que sera su primera vez? - inquiere levantando una ceja comenzando a rasurarse con cuidado mientras Draco ingresa a la ducha.
-Simple, a ver Sean llevas con ella cuatro años y no hay nada mas que simples arrumacos - explica mientras enjabona su cabello tranquilamente - Ademas es normal decirle a tus amigas cuando sucede - se encoge de hombros enjabonando su cuerpo bajo el agua. - Piensa lo siguiente, toda mujer quiere que su primera vez sea perfecta - sale del baño con una toalla enrollando su cintura y le lanza los boxers limpios. - Quieren sentirse especial, saber que recordaran su primera vez y no sentir incomodidad - explica como todo profesional mientras Sean se coloca los boxers y pantalones.
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Like A Rose
Fiksi PenggemarCuando nace una flor, sus tallos pasan a ser ese punto de fortaleza junto con sus espinas que son parte de pasados difíciles y hasta tormentosos, esa misma rosa con su suave fragancia busca de algún modo mantener la pureza de su maravillosa esencia.