»9«

8 1 0
                                    



Oí como lo pasos del los guardias se alejaban lentamente de la celda en la que me habían metido y cerraban la puerta de cárcel. No me habían quitado los cadenas y estaba atada a una pared, con tal solo un metro de cadena para moverme. Me apoye contra una pared y cerré los ojos.
¿Cómo había llegado a esa situación? Sofia me iba a matar. Llevaba más de dos días en este mundo, seguramente ya haya una orden de búsqueda con mi cara en medio.
Suspiré, cada vez era más consciente de todos los golpes que me habían dado. Notaba como mi cuerpo, agotado, se quería dormir, pero el hambre que rugía en mi estómago no me dejaba ni hablar. Tenía la garganta seca, pidiéndome agua a gritos. Estaba perdiendo el conocimiento, escuché como gente en otras celdas empezaba a preguntarse si estaba bien. No hacia más de diez minutos que estaba allí y ya deseaba que me sacasen, me diesen algo de comida un vaso de agua.
No vino nadie, ni un trozo de pan o queso,o un poco agua. No recuerdo mucho más, tan solo que me desmaye unos segundos después de que una persona de la celda de al lado me preguntara si me iba a morir.

"- ¡Leila, leila!- decía una chica que corría delante de mi- ¡Leila, corre, que la cena ya está lista! No podía ver la cara de la chica, solo su largo pelo negro y una piel dorada como el sol. -¡Leila, leila!- seguía gritando. Corrí hacía ella y la alcancé. Ella se giró y me miró con un par de ojos tan azules como los míos, con una cara tan parecida a la mía. Con un vestido que yo había vestido hacía ahora tantos años. -¿Que pasa Leila?- me preguntó la chica. Esa chica era una gota de agua de que era yo, esa chica era mi reflejo, pero no era albina. - ¿Quien eres?- le pregunté. Ella sonrió y cayó."

Me desperté tumbada boca arriba, agitada por ese sueño tan vivido que acababa de tener. Me intenté incorporar, pero me di cuenta de que tenía las manos y los pies atados con grilletes. Podía ver que una especie de aura lilosa me envolvía. Tenía mucha hambre, pero la sed había disminuido y casi no sentía dolor en mis heridas. Me intenté incorporar, pero tenía una cadena sujetándome desde la barriga hasta el pecho, pegándome a la cama en la que estaba. Miré hacia los lados, pero no veía a nadie. Estaba un una habitación naranja pálido, había una mesa de madera a mi derecha, con muchos botes de cosas raras y papeles. Delante de mí había una puerta color madera sin pomo, decorada con hojas puestas muy simétricamente. A mi izquierda había un armario, no se podía ver que había dentro. Miré por encima de mi cabeza, había una ventana abierta.
El sueño se estaba desvaneciendo de mi cabeza, junto con la chica que me llamaba, sonreía y se caía. Decidí olvidar ese sueño por el momento y centrarme en saber donde estaba.
-¿H-hola?- dije con la voz algo cascada, tosí un poco para intentar aclararme la voz:
-¿Hola?- volví a intentar, pero mi voz no estaba siendo de mucha ayuda. Sacudí los grilletes de mis manos y pies, para ver si el ruido atraía a alguna persona. Oí como unos pasos se empezaban a acercar hacia mí. Segundos después, una mujer con escamas verdes por casi todo el cuerpo, calva y vestida con lo que parecía un bikini de guerrera blanco, entró en la habitación.
-Ya despertado, maga invernal Leila.- dijo la mujer, metiendo y sacando una lengua reptiliana repetidamente mientras hablaba.-Seguramente preguntas vas a hacer, puedo responder.
-"¿Porque hay una mujer con escamas hablando raro delante de mí?"- fue mi primera pregunta, pero decidí guardármela para mis adentros.
-¿Quien eres?, ¿Donde estoy?, ¿Que ha pasado?, ¿Cuanto tiempo llevo dormida?- le solté.
La mujer se quedó sorprendida ante mi avalancha de preguntas, pero aún así me respondió.
-Tranquila, yo respondo. Yo Sihtn, médica enfermera aquí. Estás en hospital palacio menor. Casi mueres de desnutrición, deshidratación, falta de sueño. Dormida casi cinco días, 106 horas.
Me quedé impactada, casi me muero por falta de lo esencial y llevo aquí desmayada casi cinco días. Procese todo lo que había pasado, desde mi primera llegada hasta la cárcel. Desde que entré en este mundo por segunda vez, ya era el séptimo día que pasaba allí. Suspiré, seguro que mi madre adoptiva estaba desesperada y el cartel de búsqueda despegado y destiñado por la lluvia.
Sihtn se levantó:
-Llamar a gente para que explicar, tranquila aquí.
Asentí con la cabeza y miré al techo. No quería discutir más, me quería ir a casa, pero a la ve sabía que no tendría excusas para decir donde he estado. Cerré los ojos, no sabía que hacer.
Unos minutos después, la puerta se abrió y entraron unos siete personas. Tres guardias, la-mujer-de-pelo-lila, el hombre amarillo, Sihtn y el guardia que me traicionó la primera vez que vine a este mundo. En otra ocasión, si no estuviese atada, cansada y devastada. Hubiese reprochado al guardia que me traicionó y me hubiese ido de allí corriendo, pero hice nada.
-Buenos días, Leila- dijo el hombre amarillo.- ¿Cómo te sientes?
-Bien.- le respondí, casi susurrando.
-Creo que la última vez que nos vimos no estabas en condiciones de una presentación.- dijo el hombre amarillo.- Yo soy Mirio, un mago de luz.
Le respondí con un suave gruñido, para dar entender de que lo había escuchado.
-Sentimos mucho haberte puesto en esa situación, Leila.- me dijo la-mujer-de-pelo-lila.- Yo soy Dolali.
Volví a responder con un gruñido suave. Tanto Mirio como Dolali suspiraron, Mirio hizo un gesto con las manos y los guaridas me desataron. Cuando el guardia que me traicionó se acercó a desarme una de mis muñecas, hice un breve gesto para esquivarlo.
-No seas estúpida.- me dijo. Cogió mi muñeca con fuerza bruta y me desató. Una vez todas las cuerdas estuvieron desatadas, la aura lilosa desapareció. Me incorporé y los miré a todos uno por uno. Me coloqué los cojines para estar cómoda y me volví a apollar.
-Tenemos otra noticia para ti.- dijo Dolali.-Mañana vamos a ir al palacio mayor, a ver a los... supremos.
Los miré fijamente.
-Hasta que no sepamos porque has venido y si puedes volver, no te puedes quedar aquí comiendo y haciendo el vago.- dijo Mirio.
Yo suspiré fuertemente y dije:
-Esto es una pesadilla.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 24, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Leila & LailaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora