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커피 || desastroso encuentro





Alisé el vestido una vez más, me di una última mirada en el espejo antes de bajar por las escaleras. Todo tenía que salir perfecto, no solo era yo quien me había esforzado en dar una buena presentación de mi imagen, sino los grandes adornos que estaban colgados en la sala. Agregando las mesas que se encontraban en el patio trasero, listas para ser usadas.

—Mírate. —mi mamá esbozó una sonrisa, acercándose a mí.— Estás hermosa. —sacó consigo un brazalete, agarrando mi muñeca delicadamente y poniéndola.— Ahora te ves aún mejor.

—Igual tú. —sonreí vagamente, los invitados ya estaban invadiendo la sala con copas en mano, conversaban amenamente sobre cualquier tema trivial e interesante para ellos. Mamá se combinó entre la multitud disfrutando de la gala, baja música clásica resonaba por mis oídos. Quise reír, todos se veían tan falsos. Lástima que esa era la clase social en la que convivía.

YuYeon no venía aún, y yo sin ella no tenía planeado hacer nada. Probablemente morirme aburrida en mi soledad. Suspiré, debió haber llegado ya, había pasado una hora y me hacía en demasía falta su presencia, ni siquiera estaba JiMin para por lo menos, molestarlo un rato.

Miré con hastío el suelo, me estaba aburriendo y odiaba esa sensación. Quería subir y encerrarme en mi cuarto, pero a cambio, era yo quien debía repartir unas que otras copas a los invitados. Solo así podría matar el tiempo.

Hasta que una mano se posó en mi hombro, y juro que casi hago caer toda la bandeja en donde reposaba las copas.

—¡Sorpresa! —era YuYeon, sonriéndome y agarrando una de las copas que cargaba.— Me encontré a tu hermano en la puerta, ¡Vino con sus amigos!

Me regaló una mirada cómplice, y yo negué casi al instante. No, claro que yo no iba a pasar el rato con ellos, con sus tontos juegos hormonales ni mucho menos con sus intentos de coqueteo. Y al saber ya de antemano mi respuesta, bufó por mi increíble negación.

—Oh vamos Liz, esto está muy aburrido. —abultó sus labios.— Hay que divertirnos un rato, y si al más mínimo minuto te incomodas, me avisas y nos vamos de ellos, ¿te parece?

—No. —seguí caminando para repartir las bebidas con ella a mi atrás. Insistiendo una y otra vez.

—Yo sé que sí.

—No.

—Está anocheciendo...

—No. —me adentré al jardín que teníamos para seguir cumpliendo con mi trabajo, solo quedaban dos copas y para ese entonces YuYeon ya se habría cansado de insistir. Yo finalmente, hubiera ganado y luego estaríamos viendo cualquier película con comida en mano. Era una buenísima idea que estaba apunto de cumplirse. Claro, exceptuando el hecho de que me topé con mi hermano.

—¡Aquí estás! —fruncí el ceño cuando sus manos agarraron mis hombros. Sonrió como si hubiera ganado la lotería e instantáneamente miró a YuYeon.— Tú también vienes conmigo. Lisa, es hora de que socialices un poco. No pienso verte morir sola y con mil gatos. —negó cuando supuse que aquella imagen se había posado en su cabeza. Empezó a caminar conmigo y YuYeon detrás.— Es hora de que tengas una aventura. De que seas normal, hermanita.

No sé si fue su estúpido discurso el que me distrajo, o el hecho de que YuYeon se había salido con la suya; pero; él ya me había llevado en frente de la mesa en donde estaban sus invitados. Y que gracias a mis múltiples réplicas de negación, ni siquiera me había percatado de aquello. Solo caí en cuenta de todo cuando él dijo la única oración que juro jamás voy a olvidar.

coffee - lizkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora