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커피 || oportunidad



Sus ojos se encontraron con los míos, y fue inevitable la vergüenza apoderarse en mí. Aparté la mirada asustada como si de una gran pesadilla se tratara, aunque en ese momento, no estaba tan lejos de la realidad.

Mi madre resplandeció su típica sonrisa maternal, mientras me colocaba en frente de él, quise replicar y correr de ahí, pero los nervios y miedo se hicieron aún más presentes en cuanto menos lo pensaba. Sentía como el carmesí se asomaba lentamente hacia mis mejillas, y es que todo esto se me parecía una de las peores coincidencias. No quería tenerlo cerca, nada de lo que involucre a JungKook en general. Y lo primero que me recibía era la presencia de TaeHYung, uno de los amigos, según mi percepción, más íntimos de JungKook.

Hizo una pequeña reverencia, escondiendo la más mínima sonrisa en su rostro. Sentí los nervios recorrerme de pies a cabeza en cuanto sus ojos buscaban más allá de los míos, en cuanto su mirada se clavó fijamente en mí, estudiando cualquier movimiento mío. Carraspeé sin saber muy bien qué hacer, y solamente me limité a devolverle aquella reverencia extendiendo mi brazo poco a poco. Quería que entendiera que todo nuestro pasado había quedado atrás, que aquel raro encuentro nunca jamás habría ocurrido, y que debíamos dar un nuevo inicio a todo esto.

—Lice, Lalisa Manoban. —me presenté trémulamente, dando a conocer toda mi timidez inevitablemente. Agarró mi mano devuelta sin perder ningún momento, mientras mi mirada seguía en el suelo presa del cohibismo.

—Kim TaeHyung. —se presentó también, interrumpiendo inmediatamente el aplauso de mi madre completamente emocionada y ensimismada, ambos la vimos, vimos como sonreía una vez más con aquel brillo que tanto la caracterizaba, parecía orgullosa. Porque una vez más, se había salido con la suya.

—Deben conocerse más. —recomendó ella, agarrando de nuestras manos son sin previo aviso para llevarnos al jardín trasero. Obedecí en silencio, siguiéndola tanto como TaeHyung lo hacía. Vi como su perfil permanecía en el suelo también, hasta que notó mi mirada posada en la suya. Subió la cabeza, regalándome una cálida sonrisa que, sinceramente, sentí que me había relajada (por lo menos un poco) aquel revoltijo en el estómago. Sabía que aquella sonrisa significaba que me tranquilizara por lo menos un poco, pero el tan solo pensar que él sería mi falso novio y todas las consecuencias que conllevaría esto, hacía que mi corazón se estremesca increíblemente. Intenté devolverle aquella suave sonrisa de alguna manera u otra, aún cuando todos los sentimientos estaban revueltos dentro de sí, mi sonrisa salió más como una mueca, pero como dice el dicho "el esfuerzo vale la pena". Lo había intentando, pero como siempre, había fracasado. Mamá soltó nuestras manos en cuanto habíamos llegado. Ella era sin duda, la más emocionada entre los tres, lo podías notar en tan solo la gran sonrisa que no había borrado en ningún momento. Tal vez creía que verdaderamente algo pasaría entre nosotros dos, que realmente nosotros nos amaríamos y terminaríamos con un feliz para siempre. Pero claro que eso estaba muy lejos de mis planes, lo último que yo planeaba sentir a esas alturas era algo tan "lindo" como el amor.— Los dejaré unos minutos. Espero que se diviertan. —avisó, una vez que nuestros pies tocaron el césped. Su presencia se fue alejando cada vez más entre el extenso pasillo, dejándonos solo a él y a mí en ese cálido aire libre.

Fue TaeHyung quien empezó la conversación, al notar que yo por ningún asomo estaba dispuesta a ser la primera en establecer algo tan simple como lo era una charla. Y pues claro que no lo iba a hacer tras él ser testigo de todo lo que había pasado aquella fiesta mucho tiempo atrás. Al darse cuenta de lo que JungKook y yo teníamos de alguna forma.

coffee - lizkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora