((☕))' O36

1.6K 210 130
                                    

커피 || discusión




No supe cómo, ni mucho menos me importó el porqué, lo único que llegué a realizar luego de unos largos y eternos minutos era que, JungKook por alguna mágica razón se encontraba ahí, obviamente, de la mano de su novia, JiEun.

Y lo curioso, es que no me importó. Porque de todos modos, sabía certeramente que él vendría. JiMin me lo había comentado, una hora antes, luego de que TaeHyung y yo hayamos bajado al primer piso agarrados de las manos.

Porque, luego de toda aquella inesperada confesión, TaeHyung sin duda alguna se había vuelto en mi prioridad. Mentiría si digo que JungKook no me daba clavantes miradas, lo hacía de vez en cuando y cautelosamente. Pero también mentiría si digo que me afectó.

Y es que en realidad, para lo único que mis ojos servían, era para mirar cada acción que TaeHyung realizaba, me di cuenta que JungKook aquel día solo se había vuelto un estorbo, uno de debía quitar e ignorar. Al fin y al cabo, él había hecho exactamente eso todo este tiempo, ¿Por qué no entonces realizar lo mismo?

La hora de cenar comenzó sin previo aviso, y todos elegantemente se sentaban en silencio mientras los platos se servían uno a uno. Era gracioso, porque, JungKook se sentaba en frente mío y a mi lado lo hacía TaeHyung. Las miradas desafiantes que se otorgaban unos a otros solo llegaba a irritarme. Algo malo había pasado entre ellos, y lo pude notar al momento en que se saludaron fríamente tiempo atrás.

Quería preguntárselo a TaeHyung, pero no quería que pensara de mí como una chismosa, una que saca indirectamente información de JungKook, aun si realmente me preocupaba de Tae. Por eso mismo, solo guardé silencio y traté de no tocar el tema, de pretender que no importaba.

—Está delicioso, ¿Cierto? —sonrió cálidamente JiMin, como si quisiera bajar esa tensión entre ellos que todos habían notado. Se dirigió específcamente a ese dúo, por lo que los demás solo guardaron silencio, esperando a que hablen, yo incluida.

Pero JungKook a esa alturas solo era un candado cerrado, me miraba con extrañeza, o mejor dicho, nos miraba. Y ni siquiera lo disimulaba.

—Claro que sí, Jiminie. —mi hermano sonrió satisfecho de que no lo hayan ignorado por completo, y de que por lo menos TaeHyung hubiera respondido, este por supuesto, tratando de no darle importancia a la presencia de JungKook. Seguía siendo extraño para mí, porque hasta lo que tenía entendido, ambos habían sido mejores amigos desde toda la vida, entonces, ¿Por qué pasaba todo esto tan de repente?

Volteé a verlo, dando una calmada sonrisa por no haber clavado un visto enorme a mi hermano. Él me sonrió de vuelta, agarrando mi mano por debajo de la mesa, provocando un rosado rubor en mis mejillas. Creyendo haber pasado desapercibida entre todos los invitados.

Pero había sido muy tonta al pensar tan solo aquello, era claro que eso no había pasado ni siquiera al punto de disimulo, y me di cuenta de eso en cuanto escuché como los cubiertos eran arrojados contra el plato sonoramente.

Todos, absolutamente todos en el lugar volteamos alarmados al causante, encontrándonos con JungKook quien ni se molestaba en quitar la vista de mi figura. Lo miré, él lo hizo también, y sentí miles de energías recorrerme pies a cabeza, era incómodo, porque incluso si sabía que nuestros ojos estaban siendo encontrados nuevamente, no lo apartaba como debía hacerlo. Provocando que en tan solo unos largos segundos, todos se enteraran quien era la persona que robaba su atención. Como si no fuera lo principal para arruinar esa velada.

coffee - lizkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora