-Aceptas entonces pequeña?
-Y-yo... Mierda, sí que es intimidante, y aún así siento un enorme cosquilleo cada vez que está cerca de mí. Si acepto estaré a su merced, pero no tengo más opciones, mañana estaré en la calle de no aceptar su propuesta.
...
Luego de nadar por varios minutos decidí simplemente quedarme a la orilla relajandome mientras tomaba los cálidos rayos de sol. El clima estaba perfecto. Mi piel ya había tomado un poco de color. Decidí salir y recostarme sobre una tumbona. Estaba tan cómoda que rápidamente me quedé dormida.
No sé cuánto tiempo pasó pero escuché unos gritos que me hicieron despertar. Al parecer era Ethan buscándome. Me levanté, tomé mis cosas y fui adentro para ver qué quería.
-Hola, dije de espaldas a él, e inmediatamente se dió la vuelta. Se mordió el labio mientras me devoraba con la mirada, gesto que me generó una oleada de calor por todo el cuerpo.
-Ese traje te queda increíble, definitivamente fue una buena elección
-Gracias, dije cohibida
-Vamos, ve a cambiarte, iremos a cenar fuera. Le dí la noche libre a todos, me informó con una sonrisa
-Está bien, regreso en un momento, pero... A dónde iremos?, digo para saber que ponerme, pregunté sonrojada
-A un restaurante de la costa, dijo tranquilamente. -Ponte lo que gustes Ali, cualquier cosa que usas se te ve bien, añadió
<<Ali... Me encanta como se oye ese diminutivo, sobretodo viniendo de él, me dije mentalmente>>
-De acuerdo, respondí sonrojada. Dí la vuelta y subí rápidamente a la habitación. Me sentía nerviosa, sabía que ésta tenía que ser la noche y por alguna razón deseaba verme bien para él.
Fuí directo al baño y me duché rápidamente. Sequé mi cabello con el secador dejándolo suelto cayendo en ondas por mi espalda. Me aplique crema por todo el cuerpo y salí en busca de algo lindo que ponerme.
Encontré un lindo vestido en color blanco, con la espalda al descubierto y que me llegaba a la mitad del muslo y una sexy braga en el mismo color de encaje levemente transparente. No usé sujetador, ya que el vestido no lo permitía. Me coloqué unos zapatos de tacón alto, rogando no caer y hacer el ridículo. Y apliqué solo un poco de maquillaje, para verme natural. Me coloqué un poco de perfume y salí para encontrarme con Ethan.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Maldición Alishea, vamos rápido, porque si sigo teniendote a solas con ese vestido, no saldremos de aquí, dijo mirándome de forma lasciva
-D-de acuerdo, dije nerviosa
Salimos a la entrada principal y un hermoso auto en color azul oscuro nos esperaba, era un impresionante Mercedes Benz deportivo. Ethan me ayudó a subir en el lado del copiloto y rápidamente dió la vuelta y se sentó al lado del piloto. Puso el auto en marcha y a una velocidad impresionante nos dirigimos rumbo a la costa.
Luego de unos treinta minutos de viaje llegamos a la costa, frente a un precioso restaurante con ambiente elegante, pero agradable. Ethan entregó las llaves del auto al vallet y me tomó de la mano para ayudarme a salir de este. Entramos y nos ubicaron en una mesa con una hermosa vista a la playa. Todo el lugar era maravilloso. Ethan me ayudó a tomar asiento y luego ordenó una botella de champagne.
-Te gusta el lugar? Preguntó luego de que el mesero se retirara
-Es precioso
-Me alegra que te guste. Es de mis lugares favoritos para venir a cenar
-Ya veo porque, dije apreciando la hermosa vista de las olas chocar en la arena.
El mesero regresó rápidamente con una botella con un líquido de color rosa con una viñeta en la que se leía "Korbel Sweet Rosé". La dejó en una cubitera junto a la mesa y luego se retiró. Ethan tomó la botella en sus manos, la descorchó ágilmente y llenó nuestras copas con ese líquido rosa aparentemente frío.
-Pruébalo, dijo entregándome la copa. -Te gustará, lo prometo. Dudosa por mí casi nula resistencia al alcohol la tomé y la acerqué a mi boca, probando solo un sorbo. Sabía dulce y dejaba una sensación burbujeante en la boca, no era tan fuerte como esperaba. Sonreí mirando a Ethan a modo de respuesta.
-Veo que te gustó, dijo sonriendome de regreso
-Es delicioso, respondí
-Sabía que te gustaría, añadió sonriendo de lado, provocando que yo me sonrojara.
La cena transcurrió tranquilamente. Ethan ya había ordenado previamente lo que quería que nos prepararan de cena y la verdad es que todo estuvo exquisito. De entrada nos sirvieron una crema de mariscos deliciosa y el plato fuerte consistía en filete de róbalo al horno acompañado de vegetales gratinados, todo estaba exquisito, creo que jamás en mi vida habría podido comer algo así por mi propia cuenta. Continuamos tomando champagne a lo largo de la cena y la verdad es que ya comenzaba a sentirme algo achispada, no estaba acostumbrada a beber alcohol y llevaba casi cinco copas. Ethan debió notarlo pues me retiró la copa de las manos antes que la terminara.
-Creo que es suficiente pequeña. Te quiero conciente ésta noche, dijo mirandome fijamente y yo sentí mi cuerpo arder ante la espectación.
Me sentía ansiosa y nerviosa a la vez por llegar a la casa de Ethan. No sabía que esperar de ésta noche, sabía que de alguna forma lo disfrutaría pero no sabía cuánto y tampoco si los gustos de Ethan implicarían algún dolor físico que no pudiese resistir, pero de cualquier forma estaba por averiguarlo.
