Al llegar a la casa mi cuerpo temblaba a causa de los nervios. Ethan me tomó de la mano y nos dirigimos hacia el segundo piso, luego ingresamos en su habitación. SentÃa que la respiración se me cortaba, estaba realmente nerviosa.
-Respira Alishea o tendrás un ataque, me dijo Ethan colocándose frente a mÃ, mientras acariciaba tiernamente mi mejilla.
Suspire ante su contacto y traté de normalizar mi respiración. Ethan posó su mano sobre mi cintura y me acercó a él, no podÃa dejar de ver sus hermosos e hipnóticos ojos azules, lentamente nos fuimos acercando hasta juntar nuestros labios en un beso que pronto se tornó muy apasionado. De repente sentà como me alzaba por los muslos y me llevaba hacia su cama, mientras seguÃamos besandonos. Con cuidado me dejó sobre su cama y luego se alejo brevemente para deshacerse de su chaqueta, su camisa se señia a su cuerpo y yo por alguna razón, morÃa por verlo otra vez sin ella. Se acercó nuevamente y tomó uno de mis pies y retiró mi zapato y luego hizo lo mismo con el otro. Poco a poco sus manos fueron subiendo por mis piernas provocando mil sensaciones en mi piel hasta llegar a mi cadera. Sus manos llegaron hasta el cierre del vestido y con cuidado lo fueron bajando lentamente. El corazón me latÃa a mil por hora, y sentÃa un extraño calor invadir mi cuerpo poco a poco. Ethan retiró mi vestido despacio, dejando mis pechos descubiertos y con tan solo mi diminuta braga cubriendo mi feminidad.
-Eres hermosa, dijo luego de relamer sus labios y posteriormente comenzó a besar mi cuello y a descender hasta llegar hasta mi pecho. Alzó su mirada hacia mà y luego introdujo mi pezon en su boca y comenzó a succionarlo provocando que leves gemidos escaparan de mi boca. Con su otra mano estimuló mi otro pezon, logrando que comenzace a sentir humedad entre mis piernas.
SentÃa la necesidad de juntarlas, pero Ethan lo impidió colocando una de sus piernas entre las mÃas y deslizando la mano que anteriormente acariciaba mi pecho hasta llegar a mà feminidad, deslizando sus dedos a lo largo de esta.
-Estás muy mojada, dijo Ethan y luego mordió su labio y yo solo pude soltar un suspiro por respuesta. - Pequeña, no sabes cuánto te voy a disfrutar esta noche, añadió y luego me besó vorazmente. Su legua acariciaba la mÃa con destreza y su mano comenzó a trazar cÃrculos sobre mi clitoris provocando gemidos que morÃan acallados por sus labios. Sin previo aviso rasgo mis bragas y luego con cuidado introdujo uno de sus dedos en mi cavidad y comenzó a moverlo rápidamente logrando que mi cuerpo se retorciera ante tal placer. Mis caderas se movÃan sin que yo pudiera impedirlo y una sensación extraña comenzó a formarse en mi vientre, volviéndose más intensa con cada movimiento de su mano, sentÃa que no iba a poder más cuando sentà como introducÃa un segundo dedo, logrando provocar un fuerte gemido.
-Te gusta pequeña? Preguntó, mientras soltaba un pequeño azote en mi intimidad, provocando otro gemido, debÃa aceptar que me habÃa gustado mucho la sensación que este habÃa generado en mÃ.
-S-sÃ, contesté como pude, con la respiración completamente agitada.
-Sà qué Alishea?, preguntó enarcando una ceja y soltando un azote un poco más fuerte que el anterior sobre mi sexo, haciéndome ver mi error.
-Sà señor, respondà en un suspiro. Y posteriormente sus dedos volvieron a inmiscuirse en mà interior moviéndose rápidamente. Iba a explotar, la cabeza me daba vueltas y la sensación en mi vientre regresó con más fuerza, las piernas comenzaron a temblarme y sentÃa que en poco tiempo iba a correrme. Justo cuando estaba a punto de tener un orgasmo él detuvo todos sus movimientos y retiró sus dedos de mi interior. Solté un leve gruñido a causa de la frustración, a lo que Ethan contestó
-Aún no pequeña, recuerda que aquà yo decido cuando y como hacerte acabar, y quiero que todos los orgasmos que te provoque hoy sean con mi pene dentro de ti, dijo con una mirada ardiente y seductora. Por Dios, éste hombre iba a matarme, seguramente mañana no podrÃa ni levantarme.
Ethan se puso en pie y comenzó a desabotonar su camisa. Dios, tiene un cuerpo escultural, y un extraño pensamiento de querer deslizar mi lengua por todo su torso se apoderó de mi mente. Luego se deshizo de sus pantalones también, quedando solo en un ajustado bóxer que marcaba toda su ereccion, definitivamente mañana no podrÃa ni caminar, pero en estos momentos la verdad no me importaba. No sabÃa que se habÃa apoderado de mÃ, porque yo no solÃa ser asà o tener esa clase de pensamientos, pero en este momento poco o nada me importaba. Él sonrió de lado al darse cuenta que no podÃa dejar de ver su entrepierna y rápidamente se deshizo de su bóxer también, dejando su magnÃfica ereccion libre al fin. Se acercó y lentamente se coloco entre mis piernas, me besó vorazmente y comenzó a descender dejando un reguero de besos desde mi cuello hasta mi vientre, y sin previo aviso introdujo su lengua en mi interior y comenzó a trazar cÃrculos con su pulgar sobre mi clitoris. Dios, me iba a matar. Cómo esperaba que no me corriera cuando el hacÃa eso? Continuó con su deliciosa tortura hasta llevarme al borde del clÃmax, pero nuevamente me dejó esperando el tan ansiado orgasmo. Mi respiración era extremadamente irregular, Ethan se colocó entre mis piernas con cuidado y se acercó a mà dejando un beso sobre mà frente.
-Respira pequeña, ya estás lista para recibirme por completo, seré cuidadoso, si te duele mucho dilo y me detendré, dijo mirándome fijamente.
-Está bien, dije nerviosa. HabÃa llegado el momento, iba a entregar mi virginidad a él, aunque la verdad no me arrepentÃa.
Ethan besó mis labios y con cuidado colocó su ereccion en la entrada de mi sexo. Inmediatamente cerré mis ojos, pero él me pidió que lo mirase.
-MÃrame Alishea, mÃrame pequeña, dijo él y comenzó a deslizar lentamente su ereccion dentro de mÃ. Sentà un leve dolor que me hizo apretar sus brazos y dejar escapar un gemido, mi respiración era muy irregular. - Shhh... Tranquila pequeña, falta poco, dijo Ethan acariciando mi mejilla, mientras continuaba introduciendo su miembro en mà interior. SentÃa como mis pliegues se estiraban y un dolor más bien incómodo. Pronto estuvo por completo dentro de mÃ, haciendo que soltara un gemido que era una mezcla entre dolor y placer.
-Estás bien? Me preguntó él antes de continuar. Y yo asentà como respuesta. - Quieres que siga?
-S-sÃ, dije como pude. Entonces Ethan besó mis labios y poco a poco comenzó a moverse.
Luego de un par de estocadas el dolor y la incomodidad se transformaron en el más puro placer. Intentaba acoplarme y recibir sus movimientos y con cada uno de ellos sentÃa como esa bola de sensaciones en mi vientre se iba incrementando y acercándome más al tan ansiado orgasmo.
-Dios pequeña, estás muy estrecha, dijo Ethan, - Eres realmente exquisita, vamos, mÃrame Alishea, dijo al ver que tenÃa los ojos cerrados debido al cúmulo de sensaciones que me invadÃan. Abrà mis ojos y los observe fijamente. - Eres mÃa, dijo tomando mi rostro con su mano, - Dilo, dà que eres mÃa, ordenó. Y la sensación que eso provocó en mi era indescriptible, hizo acelerar mi corazón un poco más, si eso era posible.
-Soy tuya, dije mirándolo a los ojos y con el corazón desbocado.
-Correte, correte ahora, ordenó. Y mi cuerpo cual esclavo de sus deseos respondió a su orden,llevandome a un orgasmo arroyador y provocando un fuerte grito con su nombre. Un par de estocadas más sentà como él se corrÃa dentro de mÃ.
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Bittersweet Submission
Romance-Aceptas entonces pequeña? -Y-yo... Mierda, sí que es intimidante, y aún así siento un enorme cosquilleo cada vez que está cerca de mí. Si acepto estaré a su merced, pero no tengo más opciones, mañana estaré en la calle de no aceptar su propuesta. ...