Capítulo #6;Pum.
¿Qué dijo?
¿Enserio dijo eso?
¿Susana no me dejo sordo y escuche bien?
–¿Qué dijiste? –pregunté.
–Que yo no me acosté con nadie el sábado –dijo–. ¿Por qué dices eso?
¿Por qué decía eso? ¡Porque yo la había visto! ¡Se estaban besando! ¡Él estaba entre sus piernas!
–No mientas, Megan –murmuré.
Apreté la mandíbula y los puños. No podía creer que fuera tan descarada como para negarlo, cuando yo la había visto.
–No estoy mintiendo, Nate–. Tenía el ceño fruncido y una mirada llena de confusión.
–Yo te vi –murmuré aun enojado–, estabas en la encimera y te escuche gemir.
Mis nudillos estaban blancos de tanto apretar los puños y las palmas de mis manos amenazaban con sangrar de que mis uñas empezaban a perforar mi piel.
Para mi muy grande sorpresa, Megan rompió en carcajadas. La miré con la furia desbordando por mis ojos. Se estaba burlando de mí. ¡Se estaba burlando de mí!
–¡¿De qué rayos te ríes?!
–Es que…–. Risas–. ¿Cómo…–. Más risas–… pudiste creer eso?–. Y volvió a reír.
–¿Cómo de qué cómo? ¡Yo te vi! –grité ya exasperado.
–Pues déjame decirte amigo mío–.Eso de alguna forma no me gustó–, que estas ciego. ¿No necesitarás gafas?–. Se acercó y tocó mi parpado izquierdo despacio.
–¿Qué dices?–. Quité su mano de mi cara y la miré a los ojos.
–Que yo no me acosté con el rubio. Andy es gay, ¿Recuerdas?–. Sonrió
Muy pocas veces en la vida me eh sentido realmente como un idiota.
Ahora mismo, es una de ellas.
–Entonces, ¿Por qué te escuché gemir y estaban en esa posición?–. Moví mis manos intentando mostrar la escena mencionada. Megan suspiró.
–Después de que te dejara solo con…–. Se quedó pensando–. ¿Cómo se llama la morena del sábado?
–Susana.
–Ah, sí; Susana. Bueno, baje a tomar algo y me encontré con Andy, estuvimos hablando un rato hasta que llegó una maldita anoréxica oxigenada–. Su mirada se oscureció–. Se empezó a burlar de Andy y lo llamó maricón, entonces yo lo defendí y le callé esa boca operada que tiene–. Sonrió, quizá recordando a la rubia–. Pero al parecer no le gustó quedar humillada ante todos, pues se aventó contra mí y empezamos a pelear–. Se encogió de hombros.
Sin darme cuenta ambos habíamos caminado hasta uno de los sillones y estábamos sentados, uno al lado de otro pero mirándonos a los ojos.
–Bueno, eso explica porque tienes la cara toda mallugada –murmuré–. Pero no explica la escena en el baño–. Ella rodó los ojos.
Y yo también los hubiera rodado, pero es que, a pesar de saber que Andy es gay, quería que me explicara. Tenía la necesidad. Y lo peor de todo, es que no sabía porque.
–Un chico y Andy lograron separarnos, luego Andy me llevó al baño y me sentó en la encimera para poder curarme las heridas. Además no estaba gimiendo, me estaba quejando. Andy no es un muy buen enfermero que digamos–. Hizo una mueca.
ESTÁS LEYENDO
Fácil.
Teen FictionUn nuevo año y él sigue siendo el mismo chico popular y mujeriego que se acuesta con todo lo que se le pone en frente -mientras sean mujeres, claro-. Una chica por semana y las que pueda en el fin de semana, es su rutina. Una chica nueva llega, él n...