Fácil.

Capítulo #18; Preciosa.

Capítulo #18;Preciosa.

Hoy era viernes, el último día de clases, y después tendríamos dos meses completos de vacaciones hasta principios de febrero.

La tarde anterior, después de que Meredith se fuera, fui a mi casa, y ya. No tenía ganas de ir a ningún lugar más que a mi cama. Y así lo hice.

Luke me había llamado para que fuéramos a comprar los trajes que utilizaríamos esta tarde, pero me negué. Yo ya tenía el mío y las ganas de salir tampoco aparecieron en ese momento.

Mamá me había comprado un pañuelo color rosa para que combinara con el vestido rosa chillón de Susana, así que lo único que tenía que hacer era presentarme en la escuela a las siete.

Le di un beso en la mejilla a mi madre y salí rumbo a la escuela, con los lentes de sol puestos, aunque de sol no había mucho. Una vez en el instituto, bajé de Clara y camine a paso lento y seguro hasta la entrada, sonriendo y coqueteando.

–Hola, Nate.

Saludé a Stacy con un asentimiento de cabeza y seguí mi camino hasta mi casillero. Hoy no me sentía con ganas de hacer mucho, al igual del día anterior.

La verdad, es que tampoco quería ir al baile, no quería ponerme un traje y andar del brazo con una chica de vestido rosa casi fosfo por todo el lugar, pero mi madre me había enseñado que a una chica no se le dejaba plantada nunca, así que no tenía opción.

–Hola, Nate.

–Hola, Luna. Hola Luke –saludé, dedicándoles una pequeña sonrisa.

Mi vista paso de sus rostros a sus manos entrelazadas y luego volvió a sus rostros.

–¿Están saliendo? –pregunté, quitando los lentes de mi rostro y dejándolos en mi casillero.

Ambos chicos se sonrojaron y Luke murmuró un pequeño si apenas audible y ambos miraron al suelo.

–Me alegro, chicos –los felicité.

–Gracias –contestó Luna, mirándome a los ojos por primera vez en la mañana. Sonreí en respuesta.

–¿Con quién irás al baile, Nate? –preguntó mi mejor amigo.

–Susana –respondí, metiendo cosas en mi casillero y sacando otras, sin darle mucha importancia.

–¿Qué? –preguntó mi mejor amigo–. ¿Por qué?

–Porque me lo pidió –dije–. Y porque a quién quería invitar ya tiene pareja, y me odia –agregué.

–Megan no te odia –dijo Luna–. Solo está enojada contigo porque corriste a un chico de su casa mientras le pedía ir al baile.

–¿Y qué podía hacer? ¿Quedarme ahí como tonto viendo como alguien más se lo preguntaba?

–No –contestó Luke–. Pero esa no fue la mejor forma, ni tampoco la más sutil, de demostrar tu inconformidad.

Suspiré cerrando mi casillero. Sabía que tenían razón, aunque tampoco iba a reconocerlo.

–Ya, bueno –contesté–. No es como si pudiera hacer algo al respecto.

Luke observó a su nueva novia, como preguntando algo mentalmente, o pidiendo permiso, no estaba seguro. Después de unos segundos, observé a Luna asentir un poco.

–Nate –llamó mi atención Luke–, Megan irá con Bruce al baile.

–Auch –dije–. Creí que eras mi amigo.

–Cállate y escucha –me ordenó–. Megan irá al baile con Bruce, pero eso no quiere decir que debe pasar la noche con él.

A veces amaba la estúpida y retorcida mente de mi mejor amigo.