LA AGENDA DE LA PASIÓN.

¡¡¡NO DIGAS NADA!!!

-¡No quiero problemas contigo!

¡Pero como me vas a  decir que se quedara acá! ¿Cómo te cabe en la cabeza eso? , *¡¡¡ELLA ES MI EX!!!*

-Sí, pero es mi mejor amiga y no tiene dónde quedarse, ¿O es que aún sentís algo por ella?

No, claro que no.
Ok, que se quede.

...

No puede dormir, mirando el techo y pensando en la mujer, de short corto y camisa de tiras que dormía en la sala.

Mirá a su lado y esta una mujer sensual, de vestido  de seda, que llega a mitad de sus muslos.

Maldición vaya erección, dos monumentos de mujeres en su casa.

Una su ex y la otra su mujer.

Se levanta al baño, al pasar por la sala, dicha mujer lee un libro sentada en el sofá, sin cubrir su figura, se ve a plenitud su hermosura, su piel blanca, bajo esa diminuta ropa se nota que no lleva sostén.

Huye al baño y llena de agua la tina,  notando que la puerta se abrió un poco, se desnuda, sabe que lo observan y no se detiene.

Alguien por detrás llega y venda sus ojos, apaga el agua y amarransus manos a su espalda y le susurra.
*"No digas nada."* Luego muerde un poco su oreja.

Lo sienta en la sisterna, lo besa de la boca al cuello, del cuello al pecho y muerde suavemente cada vez que va pasando.

No puede tocar la mujer que tiene sobre él, pero lo enciende cada segundo más.

No sabe que hacer, no sabe si es su mujer o aquella rubia de su sala.

Lo levanta y le repite muy suave casi imperceptible *¡silencio, vamos a salir!*

"Lo dirije a la alcoba y piensa es mi mujer quién me seduce."

Lo tira a la cama y comienza a besarlo, cuando derrepente siente su miembro entrar a otra boca.

Mientras una lo besaba, lo mordía, la otra le hacía el sexo oral más delicioso que había sentido.

Sin poder ver, sin poder tocar no sabía quién le hacía que.

Se le montan encima y se penetra mis tea se mueve salvajemente, la otra pone su intimidad en su cara para que el bebiera de su sexualidad, mientras una arrañaba sus piernas otra arrañaba sus brazos.

Entre eordiscos, gemidos, lujuria, su cuerpo se desahogo más de una vez.

Sin poder tocar o mirar, pero si sintiendo el placer en su máxima expresión, expulsa su último gemido.

Mientras una de ellas quita las vendas de sus ojos y otra le entierra su pecho la daga que acabaría su noche de placer.

Desliza un dedo por la sangre se chupa el dedo y le dice.

*¡Feliz cumpleaños, mi amor!*

Autor: *Siham Jousef*