Caían... brotaban poco a poco mientras su dueño se despreocupaba porque tenía otros asuntos entre manos, otros asuntos que poco a poco le provocaban la muerte, pues ignoraba lo realmente importante mientras fijaba su atención en lo mundano, en aquello que para él sería temporal, sin llegar a buscar lo que era eterno.
Se mira las manos, soñando con algún día ser como sueña, una persona fuerte que pueda acabar con toda tara que aparezca en su ser, pero se encuentra con una persona débil que solo puede autocomplacerse mientras sigue creyendo en lo imposible... en algo que no existe, lo sigue haciendo y no aprende... lo sigue haciendo y sufre.
No se reconoce. Se mira al espejo y no ve mas allá de una piel inerte, un cuerpo vacío, falto de alma... ¿que por qué le falta? Bueno, sus errores fueron quienes propiciaron tal resultado, sus decisiones fiándose únicamente de sus instintos, sin razón válida para creerlos, o bien los de sus compañeros que, no faltos de buena intención, también poseían esa falta de pilares que mantuvieran sus teorías.
Siente a veces que necesita un abrazo... esa sensación que solo algunos conocen de... abrazarse a uno mismo buscando el calor de alguien mas, y aquello que no es solo calor... sino alma. Esa sensación de notar solo tu piel y no encontrar otra manera de salir de esa situación que llorando sobre tus propios brazos, donde el consuelo nunca llega, ni llegará, pues está bailando con el diablo que para él, no es otra persona que él mismo.
Siente algo, bajo su espalda... va subiendo poco a poco una sensación fría que inunda todo su cuerpo mientras las lágrimas dejan de brotar, mientras sube el volumen de su teléfono, está sonando una canción... su canción... la que motiva a vivir, que es justo lo que necesita, aunque sepa que la situación no va a cambiar ni que ningún héroe de cuento va a llegar a ayudarle, ahora suena su canción, ahora siente.
¿Sabes esa sensación...cuando ves una hoja cayendo de un árbol? Esa hoja no volverá nunca a su lugar, ni ocupará el importante puesto que tenía. Todos la ignorarán, a nadie le importa una simple hoja ¿No? Pero... en el momento en que alguien triste, algún alma pura, quien sea, la golpee junto al resto de hojas... en el momento que vea que alguien está juntando hojas para esparcirlas y reír... ese momento será el que le haga sentir útil... quiero decir, ha sacado una sonrisa... ¿qué mas puede pedir?
¿Y si ese momento nunca llega? Hay esperanza si... siempre la ha habido ¿no? Ese momento cuando veas la sonrisa a la que no le importe que haya caído del árbol, esa sonrisa que no pensará en lo que una vez hiciste, esa sonrisa que lo dirá todo sin decir nada, esa sonrisa que tanto buscaste sin encontrar nada... siendo engañado por sonrisas a las que el daño venido de la búsqueda no fue poco.
Mira dentro de él. Petróleo, podredumbre, alquitrán, enfermedad, todo lo que ve... ¿podrá curarlo? Ya no hay vuelta atrás... a partir de ahora esta es tu vida, quieras o no ya no puedes aspirar a la pureza a la que estabas destinado... es lo que tus errores te han proporcionado... Todo se lo está diciendo él, y no se da cuenta... la enfermedad la ha creado él ¿No lo ves?
Y sin embargo nada de esto funcionará al final, porque seguirá aspirando a más... a más... y a más... buscando esa perfección que, tanto venida de fuera como creada dentro, lo destruirá poco a poco, creando a un loco, un inadaptado que al final del día estará tan comido por dentro que tenga que preguntar "Te quiero. Perdón"