Algo dentro me dice que no, que no vuelva a intentar de nuevo lo que siempre salió mal, algo fuera también me dice que no,que no intente lo que sé que siempre salió mal, pero también hay algo que me dice que los hombres valientes viven para siempre, que intentar algo mil veces no es de estar loco sino de querer alcanzar esa meta, porque en ello consiste tu vida. Hay algo fuera que no me dice que si, pero me llama, dice mi nombre, con una voz que parece morir a cada final de frase, que se deshace como si se tratara de un libro viejo azotado por el viento... pero eso es lo que más me dice que me quede.
Yo me río cuando digo lo que sale de mi corazón,cuando a mitad de explicación tengo que dejar salir una risa, para que mi orgullo no se sienta tan dolido, para no clavarme tan fácilmente esa daga roja que estoy deseando que me destruya, porque sin darme cuenta al parecer, estoy deseando morir por sus palabras,con tal de oírlas salir sabiendo que van a ser para mí, me da igual si me matan o si me dan vida. Solo quiero que me mire a los ojos, y que me deshaga con ellos... con sus frases que terminan sin aire...
No puedo creer lo que una persona es capaz de pensar, de sentir, aún cuando le han dicho expresamente que no lo haga, pero se lo han dicho de tal manera que le es imposible, como, por el amor delos dioses, cómo le iba a ser posible tal y como se lo dijeron...acariciando su cabeza y con los corazones juntos, mirándose como si de dos enamorados se tratara. Es como pedirle a un perro callejero que no se coma las sobras que has dejado en tu puerta, solo que sin él como, el perro sigue siendo un perro, y las sobras... las sobrasen realidad son cariños, es belleza, es un sentimiento que lo único que me pide es abrazar y no soltar nunca, lo que me pide es que no deje escapar esta vez.
Esta vez... duele mas que nunca, esta vez, la daga tenía veneno del cual he acabado haciéndome adicto, pero que veneno...Esta vez todas las voces gritan más, todas con sus mismos argumentos, las que si y las que no, hay una que no grita eso sí, la que muere al final de cada frase, y es la que más escucho, la que más ilusión me hace que llegue a mis oídos, y es que las demás las he escuchado demasiadas veces... demasiadas veces me he hecho caso supongo.
He buscado siempre el sentimiento perfecto de a lo que los mortales llaman amor, los ángeles regalo, y los demonios tortura. He querido siempre ser capaz de controlarlo, ser capaz deque todo lo que me intente decir, poder entenderlo. He querido siempre buscarle un sentido a enamorarme.
Imagina un muro, que no le importa que se vean como algunos ladrillos caen, pues lo que vean y lo que piensen otros no le importa, lo único que quiere es sentirse él orgulloso de sí mismo,cumplir con lo que cree que es su objetivo que no es otro que alcanzar el zénit de su propio amor, por fin abandonar la idea deque cualquier día puede caer y creer que es inmortal.
Ese muro encrucijado en su propia guerra, capaz de destruirse a sí mismo por dentro con tal de ser más fuerte, de alcanzar su objetivo, imagínatelo de rodillas, suplicando, quitándose ladrillos para dárselos a algún que no los necesita,echando su objetivo por tierra, pues donde antes estaba su orgullo,lo que él creía que era honor.... ahora hay amor... que él nunca querrá se rompa... pero siempre lo rompe.
Me duele no saber querer. Me duele tanto. No sé como hacerlo. ¿Por qué debería importarme el hecho de querer hacer feliz a una persona y no poder? No puedo hacerme feliz a mí mismo.... como voy a poder hacer feliz a otra persona.... tal vez en eso consista el que tú y ella acabéis siendo felices, en buscar la felicidad del otro ¿no?