Capitulo 2-(Parte 2)

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Al despertar por la mañana me encuentre con un suave rocío que cubría por completo las montañas. El cielo estaba aun algo nublado, y la luz era algo tenue. El clima era fresco y bastante húmedo, sería un buen día.

Mire a Addie, aun dormida, se veía muy apacible. Su cara aniñada, pálida y algo sonrojada le daba una vista muy tierna. Me levanté de la banca y la arrope como pude con la chaqueta. Entre a la casa y empeze a calentar un poco de café, como el cacao se había acabado es lo que beberíamos. También tome un poco de la comida que tenía en la mochila y la cocine, era algo simple, una sopa algo ligera y un par de filetes. Una vez todo estuvo listo, tape la comida y tome el café, virtiéndolo en un par de tazas, poniendole azucar y un poco de leche a cada uno. 

Me colgue el rifle en la espalda y volví por las tazas, con una en cada mano, salí hacia la banca y volví a sentarme, puse la taza de Addie al lado suyo y me dedique a mirar el cielo. No estaba viendo algo en especifico, solo me gustaba observar, aunque no hubiera nada que ver.

Después de un rato empeze a ver destellos y rayos de colores, obviamente, eso no estaba pasando en realidad, eso era algo que veía cuando me quedaba viendo algo por mucho tiempo. Supuse que habían pasado unos 5 minutos tal vez, y también, que no había parpadeado, pues los ojos me empezaban a doler un poco. Quite la vista de el cielo y me talle los ojos, parpadeando varias veces, debió de haber pasado mucho tiempo para que me dolieran así.

Suspire levemente y me acomode mejor en la banca, tomando un par de tragos de mi café mientras miraba hacia el bosque y sentía como el rocío me cubría. Sentí que Addie empezaba a despertar pues empeze a sentir un par de roses. La voltee a ver y, en efecto, estaba despertando.

Se estiro un poco antes de abrir los ojos y luego me volteo a ver con una pequeña sonrisa. Se acomodo el pelo y tomo la taza de café que tenia al lado. Bebió un poco de este y, al igual que yo, se quedo viendo el bosque que nos rodeaba.  Por alguna razón todo se sentía mas tranquilo de lo normal, en ese momento no supe si eso era normal o no, pero me gustaba.

Algunos pajarillos que pasaban por allí cantaban, y también, de vez en cuando, algunos patos y gansos pasaban por el lago. Nos quedamos allí sentados un rato, disfrutando de la frescura, sintiendo como el rocío nos empapaba.

Addie me propuso ir a cazar juntos, ya que hacía mucho que no lo hacíamos. Acepté y una vez que ya habíamos terminado nuestros cafés, dejamos las tazas al lado de una de las ventanas de la casa y nos adentramos en el bosque. 

Los arboles habían crecido bastante los últimos años, y la vegetación era un poco mas espesa. Cruzamos un pequeño riachuelo y nos adentramos en la parte mas poblada del bosque. Al llegar ahí nos encontramos a casi todos los animales reunidos en un solo lugar. Si no hubiera sido por eso, creo que esa noche hubiéramos vuelto a cenar carne fresca.

Al vernos, uno de los Lobos que estaba ahí se nos acercó con mucho cuidado, tal vez, temeroso de que fuéramos a lastimarle. En ese mundo, la caza no era tan común, por eso, los animales, aunque se asustaban al ver a los humanos, no huían de ellos, había cierto respeto entre las razas.

Nos olfateo rápidamente y luego volvió con su grupo, Addie y yo nos acercamos un poco mas cómodos y nos sentamos con los lobos, dándoles un poco de la comida que teníamos en los bolsillos, solo en caso en que estuvieran hambrientos.

Uno de los lobos, una hembra de hecho, era la que era el Alpha. Era algo extraño de ver, incluso en ese mundo, pues el Alpha solía ser algún macho. La Alpha nos miro atentamente y luego se nos acerco, olfateandonos, al igual que el lobo anterior. Era una loba de pelaje blanco con ojos azules, era bastante bella, y, a juzgar por su aspecto, otros cazadores podrían intentar obtenerla.

Despues de habernos olfateado a ambos nos empujo juguetonamente, no era como los perros domesticados, que siempre actuaban tiernos, si no que era algo mas fría, pero se notaba cual era la intención cuando trato de hacerlo, quería jugar un rato.

Como no habíamos tratado con lobos antes, hicimos lo mismo que haríamos si fueran perros, tirarlos al piso o incluso perseguirlos un poco. Al tratar de tirar a la Alpha, esta me mordió la mano bastante fuerte, haciendo que esta me sangrara. Di un quejido y me levante de golpe, arranque un pedazo de tela de mi camiseta y la enrolle en mi mano, parando el sangrado.

Al parecer la Alpha se lamento un poco pues al ver que había sangrado se me acerco un poco mas y empezó a palmearme con su pata. Le tire un poco de comida y luego Addie me lavo la herida.

Después de un rato, ya cuando estaba mejor, volvi con los lobos, estos se apartaron y dejaron pasar a la Alpha, que llevaba a su lado a otra loba algo parecida a ella. La Alpha volvió a palmearme y me senté frente a ella, esta me quito la venda con el hocico y me empezo a lamer la herida, empapandola. Al inicio esta ardió bastante, pero luego de un rato se adormeció y empezó a cerrarse. La otra loba, que se parecía al Alpha se acostó al lado mio y se enrollo en su cola. 

Después de eso, la Alpha volvió con el grupo y este se le acerco, jugando entre ellos, y los mas viejos, durmiendo un poco mas lejos. La Alpha estaba acostada en una piedra bajo la cual salia un pequeño hilo de agua.

Voltee a ver a la loba que tenia al lado y la acaricie un poco, Addie, que estaba algo confusa por lo que había pasado, se sentó a mi lado y también acaricio a la loba. Después de un rato Addie volvió a casa y yo me quede ahí, entre los lobos, mirando como se comportaban, mientras ellos me aceptaban como parte de su grupo. Al menos, por un momento.


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