Capitulo 2 - (Parte 3)

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Me quedé un rato con los lobos, bastante cómodo. La pequeña loba que se había quedado a mi lado estaba dormida y el bosque estaba mas tranquilo. Era curioso ver tantos animales juntos. Lobos, zorros, linces, conejos, venados, aves, creo que incluso había un oso entre ellos.

Ya empezaba a oscurecerse y la mayoría de los animales se habían escondido en los arbustos o en pequeñas cuevas que había por allí. 

Esperando que todo estuviera bien en la casa, decidí quedarme un rato mas allí, la verdad, no había nada malo en ello, tal vez volvería a ser mordido, pero no era gran preocupación, tenía un rifle después de todo.

Cargue a la pequeña loba blanca en mis brazos y camine hacía un árbol frondoso que estaba cerca de allí, me senté en su base y acomode a la loba al lado mío, con cuidado de no despertarla.

Me quedé mirando al cielo otra vez, como era de costumbre, empecé a ver cosas de colores. Después de un rato el cielo se despejo, y las estrellas y la Luna volvieron a brillar como antes de la lluvia, igual de brillantes, igual de hermosas.

La Luna había pasado a la siguiente fase, ya no era Luna llena, supongo que era bueno, así no tendrían tantos problemas quienes vivieran en los puertos. Mientras pensaba en eso recordé algo de cuando era pequeño.

Era un día soleado y bastante caluroso, por eso mismo, las chicas y yo habíamos decidido ir a nadar un buen rato en el lago, sería algo divertido.

Addie y yo viajamos allí en bicicleta, Hilfe llegó allí en un auto. No era algo extraño, había un par de caminos que llevaban al bosque, y como los autos no eran tan ruidosos, eran un buen modo de llegar sin hacer alboroto.

Hilfe había sacado del auto de su padre (el la había llevado) Una canasta y una sombrilla de playa. Fue algo extraño pues en el bosque y en el lago no era necesario llevar una, siempre podías encontrar sombra abajo de los arboles.

Addie y yo dejamos las bicicletas a un lado y, una vez que le habíamos ayudado a Hilfe a poner el picnic, su papa dio vuelta al auto y se fue por donde llego, sabíamos que no le agradaban los niños, pero tenia la muy buena excusa de que debía ayudar a la empresa los fines de semana, aunque no era buena idea decir eso entonces, estábamos justo a la mitad de semana.

Yo tome mi mochila y me dirigí detrás de un matorral, me cambie de mi ropa habitual a un cómodo traje de baño, un short y una camiseta ligera, ideales para el clima pues se secaban increiblemente rapido. Mientras me cambiaba escuche un ruido detrás de los matorrales y me apresure a ponerme el traje de baño. No por miedo a que fuera algún animal, si no por miedo de que alguna de mis amigas me fuera a ver desnudo.

Después de unos minutos, ya con mi ropa en la mochila y mi traje de baño puesto, volvi a donde habíamos puesto el picnic, Hilfe, quien estaba allí, vestía un traje de baño de una pieza, como era normal en las chicas. Deje mi mochila a los pies de la sombrilla y me recosté a un lado de la canastilla que habíamos traído. Abrí un refresco y empeze a beberlo en lo que llegaba Addie.

Después de unos segundos ella lego, con un short y una camiseta sin mangas puesta. Hilfe y yo nos levantamos  y corrimos rápidamente al agua, dejando a Addie atras, mientras ella se apresuraba a acomodar sus cosas al lado de las nuestras, gritandonos que si no la esperábamos nos hundiría y cosas así.

Hilfe y yo entramos rápidamente al agua y empezamos a nadar, riéndonos pues Addie aun no llegaba. Cuando ella al fin llego, nos persiguió por todo el lago, salpicándonos con agua cada vez que la mirábamos.

Después de un rato, algo cansados, decidimos subir a la roca que estaba en el centro de el lago, esta era algo empinada, pero desde allí se podía obtener una hermosa vista. Subimos y nos sentamos allí un rato en lo que descansamos, observando el bosque.

Al volver al picnic, ya con nuestra ropa habitual, tomamos unos emparedados y empezamos a comer, también bebiendo refresco mientras lo hacíamos, Hilfe nos contaba chistes de la nada, haciendo que nos atragantamos o que se nos hiciera espuma en la boca por tener soda en esta.

Addie, por su parte, nos lanzaba migajas o incluso nos daba pequeños empujones mientras bebíamos para que nos mancharamos. Y yo, bueno, yo disfrutaba del momento, hacía lo que ellas o incluso las retaba a hacer algo absurdo con la comida, recuerdo haberles dicho empapar los sandwiches con refresco para luego comérselos, fue algo asqueroso pero divertido a la vez.

Al terminar el picnic, recogimos todo y caminamos de vuelta a casa, cargando nuestras cosas.

Fue un día divertido, bastante de hecho, espero ellas no lo hayan olvidado.


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