Hoy... pasó algo inesperado, me reconoció, me saludó y agradeció nuevamente.
Con eso me bastó para seguir mi día con una sensación propia de ser.
El profesor Méndez me ofreció la oportunidad de salir de excursión con él y la clase. Acepté gustoso, ella está conmigo en esa clase.
Entrando con calma al sanitario, vi algo... imposible.
Keana estaba llorando dentro de una caseta en el baño de hombres. No sabía que ocurría, ni siquiera el por qué ella estaba en el baño de hombres, tampoco sabía qué hacer.
¿Cómo actuar cuando te encuentras llorando a la chica más ruda del instituto? Burlarse posiblemente pero yo tenía valores y sabía respetar. Eso sin mencionar que el miedo me comía por dentro.
En lugar de salir corriendo, cómo sé que haría, me quedé estático plantado en ese lugar. Vi sus pies moverse y supe que saldría en cualquier momento. Me volteé en el segundo que escuché la puerta rechinar, mojé mis manos y las puse en mis mejillas.
"Sé que me has escuchado" Fue lo que me dijo.
Tal vez fue por la adrenalina del momento o por verla tan vulnerable pero me atrevo a contestarle.
"Por qué lo haces?" Pude haber sonado demasiado entrometido pero quería saber sus razones de ser una imbécil, y aún así respondió con tranquilidad.
"No... lo sé" eso había sido todo, salió huyendo.
Sé que algo anda mal, sé que su actitud tenía algo que ver con Camila.
Quizás lo sepa mañana...