Hoy... se cumplen exactamente tres meses desde que Camila ha puesto un nivel de confianza en mí, la verdad me siento muy especial con ello.
No me ha querido decir el nombre de su chica, sé que es demasiado rápido para que me diga las cosas de sopetón pero, creo saber guardar un secreto y mantenerme al margen. No importaba porque hoy me prometió que dejaría que lo acompañase.
Hoy he acompañado a Camila a comprar un regalo para su chica, según la castaña a ella le gustan los cómics, los videojuegos, los libros, la historia griega, los misterios, las historias de un amor imposible y las historias de amor tristes e injustas. Camila le llevó un libro de historia griega con un Arizona de sandía, su favorito. Por mi parte le llevé un misterio y un cuaderno para que ella pudiese escribir su propia historia de amor imposible, la suya.
Cuando llegamos ella no me recibió con agrado, pensaba que era un saboteador que quería alejar a Camila de ella. Cuando le conté cómo hice para estar sentado frente a ella me abrazó y pidió perdón, incluso se burlaba un poco de mí y mis ideas tan extravagantes, nos hicimos amigos en tan solo quince minutos y aunque le conté todo sobre mí (defectos, virtudes, secretos), no me juzgó y yo no la juzgué a ella, todo fue tan fácil.
Le entregué mi regalo que un día antes había escogido para ella, se confundió cuando vió el cuaderno y la pluma, le conté mi propósito del regalo y ella no lo recibió, no por ser grosera sino más bien, quiso que yo escribiera en ese cuaderno una historia de amor imposible, y lo haría en un largo tiempo después. Aunque yo no lo sabía.
Al llegar lo hora de la despedida las dejé un tiempo a solas saliendo al pasillo para esperar a Camila. Solté un suspiro y pensé.
Ellas deben terminar con un final feliz.
Esa tarde le había llevado un misterio: yo, que aunque le había dicho todo sobre mí, ella me consideró el más grande misterio de todos. También le había llevado un cuaderno para su historia triste de amor; que según ella, era yo el indicado para contarla después. No supe a qué se refería.
Quizás, la vea todos los días y me explique su propósito.
