El entrenamiento

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Un rayo de sol me golpea en la cara despertándome y poco a poco voy abriendo los ojos, me levanto para cambiarme de ropa y descubro sorprendida que alguien ha cambiado la ropa del armario, toda es de mi talla ahora hay pantalones, camisetas y botas. Decido ponerme una camiseta blanca (cómo no), unos vaqueros azules y unas botas de cordones negras que me llegan un poco más arriba del tobillo.

Salgo de la habitación y me dirijo al baño para lavarme la cara, pero la puerta está cerrada, abrá alguien dentro me digo a mi misma, decido investigar el piso bajo de la casa, bajo las escaleras y voy a la izquierda, la sala ocupa todo el piso no hay ninguna pared solo varias columnas, en la pared del fondo hay una gran puerta de cristal corredera por la que se sale a la parte de atrás de la casa en la que se encuentra el establo y mas allá el lago, decido ir al establo para mirar a ver si allí hay alguien.

El establo es un pequeño edificio alargado de una sola planta, voy hacia alli y entro por una puerta que se ve desde la casa. Veo a alguien al fondo y me acerco. Es Emily está acariciando a una yegua blanca, la que me salvó.

-Hola, ¿qué haces?,¿empezamos ya el entrenamiento?- la digo con ánimo.

-Sí, empecemos ya, John no participará hoy.

Se aleja de la yegua y se acerca a un caballo negro, le acaricia la cara suavemente, se nota que el caballo es manso.

-Este es Eros, durante tu estancia aqui te pertenecerá y le montarás, el entrenamiento principalmente consiste en que le aprendas a montar y te unas a él.

Me acerco al caballo y le observo, tiene una mirada profunda, como si hubiera vivido cientos de sufrimientos, es muy grande, se va acercando poco a poco a mi yo alargo la mano y el acerca su cara para que le acaricie.

Salimos fuera con la yegua blanca y Eros, Emily se monta en la yegua mientras esta despliega sus grandes y blancas alas.

-Venga, móntate en él y prueba-dice Emily.

Me subo con cuidado a su lomo y acaricio sus crines, Emily me sonrie y la yegua blanca asciende con un impulso de sus alas. Suavemente Eros extiende sus alas trotea un poco y va ascendendiendo lentamente hasta quedarse a la altura de Emily, la sensación es increible , siento como si mi alma fuera libre.

Emily va avanzando y aumentando la velocidad estamos a unos veinte metros de altura y las vistas son preciosas se ve el lago con reflejos en la superficie del agua, se ve la casa desde arriba y la ciudad blanca y hermosa. El viento golpea en mi cara, mi pelo se mueve con rapidez  y disfruto el momento.

De repente mis manos no responden y se sueltan del cuello de Eros, me resbalo y caigo del caballo, Emily no me ve  mi garganta no responde, noto una sensación nueva en mi espalda, en la zona de los omóplatos y siento como si algo rasgara mi camiseta, siento como me impulso hacia arriba con una fuerza que desconocía, mientras Emily que se habia dado la vuelta me mira sorprendida la espalda, me doy la vuelta para ver que pasa y veo unas grandes alas blancas de luz saliendo de mi espalda, no entiendo nada, todo esto es un sueño, nada de esto existe es todo producto de mi imaginación pienso, cerraré los ojos y al abrirlos despertare donde siempre y como siempre con la misma gente, con mi familia y amigos, todo esto es un sueño seguro...

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Gracias por leer la historia y perdón por tardar tanto en subir capítulo, espero que os esté gustando, a partir de ahora intentaré subir un capítulo semanal.

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