Portuns

El templo del lago

Ya ha pasado un día desde que descubrí a Lidia. Emily y yo nos dirigimos hacia el lago.

-¿Cómo lo vamos ha hacer?-pregunto.

-Qué vas ha hacer tú mas bien jajaja, Lidia habló contigo y te encomendó a ti la misión, simplemente camina hacia el lago y lo descubrirás por ti misma.

La miro extrañada pero tengo la sensación de que es verdad. Voy hacia el lago y meto los pies, el agua está a la temperatura de mi cuerpo, casi no noto el agua, voy avanzando poco a poco, el agua me llega por la cintura, noto el fondo con mis pies, está inclinado hacia abajo.

Llego hasta la barbilla y me giro, miro a Emily que me sonríe y vuelvo a caminar hacia el centro, paso la cabeza y el pelo se me moja, descubro que no floto, simplemente camino, el suelo me atrae hacia él y es imposible nadar.

Es precioso, las escaleras se dirigen hacia una gran ciudad iluminada por los rayos del sol que atraviesan la superficie del agua, se encuentra en el centro del lago todos sus edificios son de colores claros, el lago está lleno de peces de todos los colores que te puedas imaginar, hay grandes y pequeños, naranjas, amarillos, rojos... Poco a poco voy acercándome a la ciudad que está en la zona llana del centro del lago, al llegar hasta el final de las escaleras.

Me encuentro en la entrada, hay una mujer con el pelo tan largo que le llega hasta la cintura, tiene los ojos grises, y me mira con curiosidad, me fijo en la parte de más abajo y descubro una larga cola que mide el doble que ella, no acaba en una gran aleta como yo me esperaba, acababa en punta. Una voz suena en mi mente, proviene de la sirena, me está hablando.

-¿Eres Muryan? -

Asiento y me hace una seña para que la siga , me guía a través de las calles de la ciudad, llenas de seres cómo ella, que me miraban intrigados, algunos nos siguen hasta llegar a un gran templo.

-Tendrás que adentrarte a lo más profundo del templo para conseguir la katana, ésta te valorará si eres digna de portarla-me dijo.

-¿Cómo que la katana me evaluará? -pregunté confusa.

-La katana de Lidia tiene alma propia Muryan, una parte del espíritu de la diosa se mantiene ahí.

-¿Iré yo sola?-pregunté asustada (más bien lo pensé)

-Así es, pasaras por 3 salas con 3 diferentes pruebas, en estas te evaluará tu fuerza, tu sabiduría y por último tu valor, en cuanto finalices la última prueba la sala en la que se encuentra la katana aparecerá ante ti, ahora adéntrate en el templo.

Me adelanto, el templo es un gran edificio alto de paredes de piedra blancas, de unos 20 metros de altitud, tiene algunas ventanas pero muy pocas, hay dos grandes puertas en el centro de la parte frontal, para entrar hay dos puertas mas pequeñas, a las que me acerco y se van abriendo poco a poco.

Paso las puertas que se cierran hasta dejarme encerrada dentro del templo, me encuentro en un sitio oscuro, no veo nada, lentamente todo se va aclarando y descubro que estoy en un bosque -¿debajo del agua y dentro de un templo?-pienso contrariada, pero claro, esto no es la Tierra, aquí las leyes físicas no influyen, la magia lo rige todo.

Me encuentro en un camino de tierra que avanza a través de los árboles, éstos son altos y frondosos por lo que el bosque está en las sombras, avanzo por el camino hasta llegar a un pequeño claro, en el que en el centro se encuentra una espada clavada en la tierra -¿ la katana de Lidia? - pero no podia ser, entonces recordé que la primera prueba consistía en evaluar mi fuerza por lo que necesitaba un arma.

Me acerqué a a la espada, agarré la empuñadura, tiré y de repente oí un grito desesperado.