Capitulo 22

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Estaba en casa de mi tía como solía hacerlo desde hace 3 semanas que vivo con ella y como ya lo había mencionado ahí siempre estan mis primos y ese día había ido mi primo Carlos. Un chico de 18 años, alto, pelo corto y un tanto robusto. Carlos siempre fue uno de mis mejores amigos (es mi primo JAJA) de la infancia, todos los fines de semana iba a su casa y jugamos con su hermana Diana.

Estábamos platicando y me comento que iría a jugar futbol.

- ¿Quieres acompañarme? Dijo amablemente

- Pero... Hay mas niños y me van a molestar, dije nerviosa.

- ¿Por que te van a molestar? Dijo confundido

- Son hombres y yo soy femenina y se van a burlar, agache la mirada

El solo rió, No te van a decir nada y si lo hacen voy a defenderte.

- ¿De verdad? Le sonreí

Me tomo del hombro, -Claro que sí, me devolvio la sonrisa.

- Entonces si voy, me arreglare. Salí corriendo a mi habitación y me puse lo primero que encontre en el closet, baje de nuevo corriendo, ¡Estoy lista! Dije.

- Bien vamonos.

- Al rato regreso tia, grite antes de salir de casa.

Caminamos hasta la cancha donde iría a jugar mi primo, realmente me agrada salir de casa, no he salido mucho desde que vivo con mi tia.
Llegamos a la cancha y había varios chicos allí y había uno que realmente llamo mi atención, en realidad no se porque lo hizo si no tenía nada especial tenía estatura baja, piel morena y nada atractivo pero algo de el llamo mi atención.
En fin, entramos a la cancha y todos saludaron a Carlos y de paso me saludaron a mi.
El chico se acerco a mi y sentí como los nervios se apoderaron de mi.

- Hey, que onda

- Ahh... Hola... Dije con la mirada en el suelo.

- Eres primo de Carlos ¿No?

- Ah... Ah... Ss...si, comence a tartamudear

- Genial, soy Miguel dijo sonriendo y alejándose.

- Vaya se llama Miguel, que amable es, dije en mi mente.

No sabía lo que iba a pasar, me parecía lindo ese chico y no sabía porque pero no sabía todo el caos que esa persona iba a traer a mi vida. Vaya que si iba a ser un gran caos.









Empezaron a jugar y yo los veía desde una banca que había cerca de la cancha. Paso hora y media y mi primo salio sudoroso de la cancha y se dirigió hasta mi.

- Vaya que si me canse esta vez, se sentó a mi lado

- Oh si que lo hiciste, estas todo sudado no te acerques a mi, bromee

-  Ya se, llegando a casa me bañare.

- Ya deberíamos ir a casa por cierto, nuestra tia se va a enojar

- Oh es cierto ya es tarde, vamonos. Se paro de la banca y se fue a despedir de todos sus amigos.

Yo solo les dije adios desde lejos para no ser grosera y no hablarles. Miguel se acerco a mi y me dio la mano para despedirse.

- Adios ¿Ozziel? ¿No?

- Así es, ese es mi nombre

- Sabía que no lo olvide, rió

- Genial, le devolví la sonrisa.

Carlos y yo comenzamos a caminar a casa.

- Te dije que nadie te molestaría, me empujo levemente por el hombro

- Lo se... Es que de verdad me dan miedo y tampoco quiero que te molesten a ti por traerme contigo.

- No digas eso, no me molesta traerte, siempre seras mi familia y te protegeré.

- Muchas gracias, te abrazaría pero estas todo sudado y me das asquito, reí
Comenzó a reír y me abrazó a la fuerza.
- Entonces vomita, empezó a reír

- Que asco, grite

- Que exagerada eres, rió.

El camino se hizo corto por la platica y sin darme cuenta ya estavamos en casa.

- Al fin llegamos, ya metete a bañar, abrí la puerta y empuje a Carlos.

- Dejame llegar tan si quiera, me dio un leve golpe en el hombro.

Y así termino mi día, un día como cualquier otro excepto que conocí a un chico que le caigo bien y se me hace lindo.

Carlos siempre fue de mis compañeros de mi infancia. Y a pesar de que su mamá (mi tía) es homofobica el me acepto como una persona trans y respetó mi identidad desde el día en que se lo dije. Lo quiero mucho y agradezco que siempre ha estado conmigo cuando lo necesito y es un buen familiar.

Mi vida, el amor y mucho RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora