200 con vos / Trueno

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-Bueno, si pero si te decía que era yo no ibas a querer, además estamos bien, míranos, besándonos, mimandonos.

-Yo no te lo puedo creer Mateo, te encanta cagarla, ¿por que tenías que meter a mis viejos en esto? Ves que te cuento las cosas al pedo.- me levanté del banco y sali caminando hasta la casa con Mateo detrás pidiéndome perdón.

-No perdón las pelotas.- dije dando un portazo a la puerta de entrada.

-Ay dale, no te enojes, no medi lo que escribía o hacia.

-No me hables.

-Dale Julieta.

-No.- subí a mí habitación a terminar de empacar las cosas que me quedaban.

-Bueno banca un toque.- dice abrazandome de la cintura con los dos brazos.

-Soltame.- digo mirándolo fijo.

-primero un beso.- no me dio tiempo a responder y tampoco me dio tiempo a enojarme, no me pude contener.
De un momento a otro ya estábamos en la cama a punto de sacarnos la ropa interior.
Después de unos minutos ya no había nada más que decir y/o aclarar.

Nos despertó mí alarma, tenía que salir para el aeropuerto, mí vuelo salía en 2 horas.

-Mateo.- lo moví un poco.- Mateo!.- volví a moverlo.

-Despertame a los besos o no me despiertes nada.- dijo con los ojos cerrados todavía.

-Me tengo que ir ya, dale levántate.

-besos.- que pibe denso.

Lo bese lo más suave que pude, abrió los ojos y me soltó. Me levanté, me vestí y junte mis cosas mientras él seguía acostado.

-¿No vas a ir a despedirme?.- le pregunté.

-No.- dijo sin sacar la vista del celular.

-Ah bueno.- salí de la habitación y subí las cosas al auto, mí padrino ya estaba en el.

Llegamos al aeropuerto después de media hora en viaje y esperamos mí vuelo, cuando era hora saludé a mí padrino y me dirigí a la fila para subir al avión, pase todo tranquilamente, me senté en mi respectivo asiento y mí celular vibro.