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Salió corriendo del café, pero no la seguí, intente mantenerme en calma. Después de unos minutos pague el café y me fui caminando hasta la casa de lara.

*Julieta*

Llegue a la casa a encerrarme en la pieza, a llorar obviamente, no entendía nada, me dolía cada parte que le dedique a él, me dolía todo, solamente quería dormir y asi lo hice por un par de horas.

Tocaron la puerta, me desperté exaltada.

-Juli.- hablo mí padrino desde el otro lado.- ya está la comida.

-Pasa.- dije y eso hizo.- no voy a comer, gracias pero no tengo hambre.

-¿Pero comiste algo a la tarde?.

-No, pero si me agarra hambre bajo no te preocupes.

-Bueno, avísame cualquier cosa.

-Si, dale.

Salió de la habitación, volví a llorar y a dormirme. Parecieron segundos, un abrir y cerrar de ojos y ya estaba sonando la alarma para levantarme e ir al colegio, otra vez lunes, no quería levantarme, no quería existir, di vueltas en la cama hasta que me levanté, busque la ropa del colegio, me cambie y baje a desayunar.

Ninguno de los dos se dirigió la palabra, desayunamos en silencio, viajamos en silencio y estuvimos todo el horario escolar sin hablarnos, salimos del colegio, directo a casa, a no hablar sobre nada, y así durante meses.

...

Viernes al fin, último día de secundaria para mí, mí cumpleanos también, que cagada, sentimientos que chocan, pero bueno, a ver cómo se dan las cosas.
Me levanté sin ganas como es de costumbre, saludé solo a mí padrino como es de costumbre, desayuné, pero esta vez fui caminando sola al colegio.
Al llegar, me senté en el mismo banco qué siempre, saque un cuaderno y me puse a dibujar, la profesora entro y nos entrego nuestros respectivos informes a cada uno, me habia Ido bien a pesar de todo, no desaprove ninguna, habia terminado todo, este mismo mes, juntaria mis cosas y me iria a España como lo habia planeado.

-La puta madre.- Escuché decír por detras de mi.- No puede ser esta materia del orto.- me gire para ver qué estaba pasando.- ¿que miras?.- me hizo gesto Mateo, no le respondí y volví la vista para el frente.

No íbamos a hacer tarea, ya había terminado todo, algunos se iban a seguir viendo, yo me puse los auriculares y empecé a fantasear con mí futuro.
Al sonar el timbre respire y salí del colegio, era hora de que esa calvarie terminará, fui caminando como en la ida, sola, pensado.

200 con vos / TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora