China
Dinastía Zhou
Estado de Hào
La familia real habían pedido tener una hermosa hija.
Antes del atardecer, nació Xio.
Era de ojos celeste y el cabello rojo como la sangre.
Contaba la leyenda que aquellas damas de cabellos rojizos, eran enviadas por dioses y traerían mucha prosperidad a su familia.
De niña había sido criada con los mejores valores y los mejores maestros...
Sin embargo, al cumplir los quince años, fueron atacados. Un grupo de guerreros en contra del poder habían prendieron fuego el lugar donde ella se encontraba, sus padres no habían llegado a salir.
Desde aquél día, la princesa no volvió a ser la misma, se volvió pretenciosa y quisquillosa. Se quejaba por todo, nada la tenía conforme.
Hasta que llegó un día, que lo cambió todo.
×××
Xio:
Desde que mis padres habían fallecido, quedé a cargo del estado. Ya no estábamos a salvo, nada era seguro ahora.
Dentro de poco me vería obligada a contraer matrimonio con algún desconocido y formar una familia.
El conserje real de mis padres había quedado a mi cargo, era la única familia que me quedaba. Pero no lo cuidaba.
Estabamos en una feria de mercaderes, vendían muchas cosas que podía pedir a la gente de mi pueblo.
Excepto algo.
-Yun quiero esos aretes.
Él me miró algo hastiado, ya estaba muy cansado de mis caprichosos y exigencias absurdas.
-Son unos rubí. Lo nuevo del mercado.
-¡Los quiero!
Yun me miró de mala gana.
-¿Cuánto por ellos?
-Son un regalo para la alteza.
Él se sorprendió de escuchar eso, por fin algo salía bien en todo el día.
-Llevalos puesto si lo deseas.
Yo misma me los coloqué.
-Que los disfrutes.
Terminado ello, volvimos al palacio.
Íbamos a tener visitas de alguna de las familias empecinadas en que me casara con sus hijos.
Vino una familia importante de Fēng, unos de los grandes dominios.
En cuanto llegaron, con todo su arsenal de protección, hablaban, y hablaban, y hablaban. Estaba cansada. Me quería ir. Encima que me habían puesto el hanfu más apretado que encontraron y tirarearon demasiado de mi cabello para peinarme como a "Alguien de la realeza". Mi conserje les seguía la charla, todo de economía, política.
Me fijé en el chico que los acompañaba, estaba sonriendo, pero aún así noté que no prestaba atención ni en lo más mínimo de que lo hablaban.
Era de ojos esmeralda y el cabello negro.
Me dediqué a mirarlo un rato.
Al verse observado, comenzó a hacer lo mismo.
Él me miraba a los ojos y yo a los suyos.
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× Días de Agosto ×
FanfictionGracias a @LadyDoptera, vengo a participar de un reto de Miraculous PV en este mes de Agosto. Haré mi mejor intento por publicar todos los días historias nuevas, medianamente larga con el fin de que disfruten un rato leyendo. Los quiero y disfruten...