× 15 × Allan/Mercury ×

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Francia, 1937

En uno de los panteones del hospital psiquiátrico de las afueras de París, reside un joven moreno de orígenes australes. Según argumentan algunos, enloqueció sin razón aparente.

Tiene un grupo de amigos que viene sin falta todos los fines de semana por las tardes, salen a pasear con él, orillando las instalaciones de este gran edificio.

Siempre le cuentan animadamente su semana, él siempre les pregunta cuando volverán a salir a patrullar, ellos le dicen que dentro de poco...

×××

Alan:

Me tienen encerrado, aún no comprendido su razón.

Somos reales, los portadores somos reales, somos súper héroes, salvamos a París del peligro de los akumas. Estar aquí debe ser obra de Papillon.

Mi kwami me advirtió que no le cuente a nadie de él, porque me darían de loco. No le hice caso, pero así pude encontrar al resto de los portadores.

Mi kwami me reveló mi verdadero nombre hace tiempo, yo soy Alan, soy Mercury. Mi poder son los choques eléctricos, algunas veces me llevan a una cabina para reactivar mis poderes, pero mi kwami me dice que no se los revele, no les puedo mostrar mi identidad, ellos son ayudantes de Papillon.

A veces vienen mis amigos, yo se que ellos también son portadores pero no podemos hablar de ello en este lugar, nos vigilan y sería peligroso.

No les puedo contar a mis amigos de los experimentos a los que me someten estos sirvientes de Papillon, no quiero que a ellos también le hagan lo mismo.

Cuando me voy a dormir por las noches, al cerrar los ojos, me vuelvo a encontrar con mis amigos, volvemos a patrullar, todo vuelve a normalidad... Sin embargo, al despertar, vuelvo a la normalidad real...

Sigo encerrado aquí, un médico intentó suministrarme pastillas hoy. Cuando me llevaron a la maquina de electricidad, me resistí y sin querer golpee a uno de los ayudantes de Papillon. No tienen la culpa de tener la cabeza lavado y el corazón contaminado con sus akumas. Con mis poderes no podré purificarlos.

Le robé unas pastillas al residente de al lado.

En ella leí la inscripción "Miraculous". Espero volver a patrullar... Quedó volver a mi realidad...

×××

Esa noche hubo un ataque al lugar. Un grupo de extraños jóvenes con disfraces de colores, irrumpieron en la noche, generando destrozos y alboroto en los panteones.

Fueron a una sola habitación, fueron a buscar a una sola persona.

Pero al llegar, fue muy tarde.

El joven austral había partido a un mejor lugar, donde estaría por siempre con sus amigos, donde podría ser un súper héroe u salvar París, donde los Miraculous no eran pastillas que podía tomar a montones...

×××

× Días de Agosto ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora