🍷Capitulo 9🍷

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-- Debes poner atención KyungSoo.

-- ¿Otra vez con lo mismo Kai... atención a qué?

-- A su comportamiento, el día ya está muy cerca, verás como su animo cambia muy seguido y sin razón alguna, pero debes fingir que todo es normal.

-- Sí, sí... lo que digas.

*

Me levanté temprano esa mañana fría de Septiembre, recién se empezaba a sentir la fuerza del Otoño. Los días templados y las noches frías, las hojas cayendo, los vientos que corrían de ventana a ventana, muy agradable.

Me sentía con un buen animo, bajé las escaleras contento, dando un saltito en el último escalón; de repente un delicioso aroma golpeó mis sentidos, me dirigí a la cocina.

-- ¿ChanYeol? -- pregunté sorprendido.

-- Buenos días Kyunggie - saludo con una gran y esplendorosa sonrisa, mientras terminaba de poner la mesa -- vamos a desayunar.

Me senté gustoso, aunque un tanto extrañado, ya que en todo el tiempo que llevamos viviendo juntos, jamás me había preparado un desayuno tan rico como este. Hotcakes, jugo de naranja, huevos estrellados, ¡Qué delicia!

Mientras comíamos bromeamos como nunca antes, fue muy lindo, al terminar, fue él el que levantó los platos.

De camino a la sala, me atrapó entre sus brazos, tomando mi cintura y mi mano, y comenzó a bailar conmigo. Dando vueltas y vueltas mientras yo me reía a carcajadas y el tarareaba una canción. De repente caímos al suelo, aun riendo me acomodé en su pecho, y él me abrazó fuerte.

-- ¿Estas contento? -- le pregunté.

-- Si...

-- ¿Por qué?

-- ¿No has visto las noticias KyungSoo? Dentro de poco va a haber una luna de sangre.

Reí quedamente.

-- ¿Y eso qué?

-- Pues ese día hare algo muy especial para ti tontito -- terminó sonriendo a medias.

Ambos nos levantamos. Estaba emocionado, algo especial para mi... ¡Qué lindo! ¿Qué podrá ser? Podrían ser muchas cosas, que por alguna razón no me puedo quitar la idea de que será una propuesta de matrimonio... no, me estoy pasando demasiada pelicula en tan poco tiempo.

El resto del día ChanYeol parecía un león enjaulado, iba de aquí para allá, salía y entraba, se sentaba y se paraba, me besaba y luego se iba otra vez. ¡Éste hombre no sabe estar en paz!

Conforme se acercaba el gran día de la luna de sangre, su comportamiento... ¿Cómo decirlo? diría que empeoraba, pero era eso, se volvió más inquieto y en cierta forma más erótico. El maldito me provocaba, y cuando ya no aguantaba más se iba y me dejaba así. Y bueno cabe decir que, a pesar de que ya llevábamos bastante tiempo juntos nunca habíamos tenido sexo.

Sí... nos habíamos visto desnudos miles de veces, nos habíamos tocado, y besado hasta el cansancio, pero jamás habíamos tenido sexo en el sentido correcto de la palabra. Y bueno, yo estaba empezando a desesperarme...

*

Se dejó caer junto a mi en el sillón por milésima vez, mientras suspiraba profundamente.

-- Tengo hambre -- me dijo.

-- ¿Ah sí... de qué?

Se incorporo y se acerco a mi con una sonrisa y una mirada terriblemente seductora, y con una voz profunda me respondió:

-- De tus labios... quiero devorarlos sin control hasta que amanezca otra vez.

Retrocedí un poco sonrojándome a horrores. Enserio me desconocía, desde la reaparición de ChanYeol en mi vida me había vuelto otro, yo no recuerdo ser tan dulce en mi vida.

-- ¿E- en serio? -- pregunté tratando de cubrir mi sonrojo con las manos.

-- Nah... mentira, pásame las palomitas -- dijo señalando el bowl que estaba en la mesa frente a mi.

Le pasé el molde y empecé a reír nerviosamente... es un tarado, ¿Cómo se atreve a ponerme asi de tonto y no hacerse responsable?. Me armé de valor, y le dije:

-- Eres un tonto... tú siempre me dejas con ganas de algo bueno -- mientras salía de la cocina y me dirigía a mi habitación.

De repente, salió de un lugar desconocido, y casi con violencia me empujo hasta que mi espalda dio con la pared, aquello me sobresaltó.

Sonriendo con malicia tomo mis manos y las inmovilizó sobre mi cabeza, mientras que con la otra me tocaba por encima del pantalón.

-- Ahh... ChanYeol... ¿Y ahora qué tienes? -- le pregunté divertido.

-- Nada... -- fue lo único que dijo antes de besarme.

El beso era muy profundo, poco a poco comencé a abrir mis labios, permitiendo la entrada de aquella extensión húmeda a mi boca.

Realmente me sentía excitado, los besos del pelinegro son tan placenteros.

Lentamente el agarré que mantenía mis manos inmóviles desapareció. ChanYeol terminó de desabrochar mi pantalón, yo me aferré a sus hombros.

Muy despacio él comenzó a meter su mano en mi bóxer, yendo hasta mis glúteos y luego bajando un poco más aquel pedazo de tela.

Con un rápido movimiento, tras un último beso, terminó de liberar mi erección y se puso de rodillas, llevándosela toda a la boca, rozando con sus dientes la sensible piel de mi miembro.

-- ChanYeol... - exhalé -- Oh...

Él sacó mi erección de su boca y comenzó a lamerla como si fuera una paleta, jugando con la punta de su lengua... ¡Santo dios... me voy a volver loco!

Estaba seguro de que mis gemidos se escuchaban hasta tres cuadras a la redonda, pero me importaba un carajo, no podía evitarlo.

De repente, tocaron a la puerta, y ChanYeol paró, y fue a abrir sin más, sin decirme nada, ni siquiera esperó a que me acomodará la ropa o algo.

Como pude me vestí como pude, antes de que la persona que tocaba me viera así.

Esperé unos minutos, pero él no volvía, así que fui a ver que pasaba. Me acerque sigiloso a la puerta, allí estaba Kai, que al verme me tomó por la muñeca, sacándome de la casa.

-- ¿¡Qué diablos haces!? -- le pregunté soltándome de su agarre.

-- Tienes que irte de aquí KyungSoo - respondió -- Estas en peligro -- agregó desesperado.

-- Ya déjame en paz JongIn, no me voy a ir a ninguna parte.

-- Pero Kyung...

-- Kai... - llamó ChanYeol -- Por favor lárgate ya.

Ante éstas palabras Kai se quedó pasmado por unos segundos, y después se marchó.

ChanYeol cerró la puerta y se retiró a su habitación, dejándome allí solo.

¿¡Pero qué diablos pasa con estos dos chicos!? Ambos están locos.

Por la noche, fui a ver cómo estaba el pelinegro, pero al abrir su cuarto, lo encontré vacío, justo como aquella vez cuando éramos niños.

El pánico se apoderó de mi, no quería que se fuera otra vez. No quiero perderlo una vez más no lo soportaría.

Trato de tranquilizarme, y lo llamo desde mi celular, espero... Pip pip pip... pip pip pip. Cuelgo, y miro atrás, su celular esta en su cama.

¿Qué hago ahora? En un acto desesperado, tomo mi chaqueta y corro a la calle. Se que es casi imposible que lo encuentre, pero tal vez tenga suerte.

🍷De sangre fría y piel desnuda.🍷 [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora