7 de Junio de 2010.
❝ Toda casa tiene sus secretos ❞
― Mierda, mierda ― farfulló por lo bajo. Palpando con ímpetu los bolsillos de su cazadora vaquera mientras se mordía las uñas de la mano libre, maldijo al aire ― ¿Dónde he metido el móvil? Joder.
Chaeyoung estaba al borde de un peligroso ataque de nervios desde que recién habían entrado en urgencias. Taehyung fue atendido al momento de su llegada, pero dos horas después la chica seguía sentada en la sala de espera del lugar, inquietando con el sonido de sus botas contra el mármol a otros dos hombres que a su lado reposaban y sin ningún resultado o información sobre el estado de su vecino.
Decidida en sus movimientos, el asiento chirrió cuando se levantó hacia la mesa de recepción del piso en el que se encontraba, pateando con energía las baldosas. Tosió recolocando los brazos sobre la tabla de madera.
― Perdone ― toqueteó el hombro de uno de los empleados uniformados que charlaban a mitad del pasillo, interrumpiendo la conversación. Sintiéndose ligeramente intimidada cuando el círculo de personas se silenció ante su presencia, se sonrojó un poco ― Por casualidad, ¿No tendrán un teléfono aquí? ― titubeó.
El mismo chico de rizos rebeldes y suaves echó la mano a su bolsillo al segundo de que Rosé terminase la frase, ofreciendo con libertad su móvil. Le sonrió tranquilizadoramente, en un intento de reconfortarla. Por desgracia, los nervios de Chaeyoung se notaban casi a kilómetros de distancia.
― Gracias ― susurró ― Hoseok... ― completó su oración al leer con mayor atención en la placa de su bata. Hoseok sólo le guiñó un ojo y se devolvió a su anterior conversación.
Separándose como un metro del grupo para poder escuchar, cubrió su oreja derecha poniendo mayor atención a la comunicación.
Había llamado a su propio teléfono, más nada se escuchaba; pitidos a través de la línea y finalmente su contestador telefónico. Pero no había manera de que no lo hubiese escuchado en el caso de que lo llevase con ella.
― Estaba segura de haberlo traído cuando salí de casa ― murmuró para sí, tocando el bolsillo derecho en un acto involuntario.
Decidió que sólo llamaría al teléfono fijo, únicamente para avisar dónde estaba y de la situación de Taehyung, ya se lo devolvería al enfermero, para evitarle un elevado gasto de saldo.
Pitidos de nuevo.
Nadie contestaba a la llamada, lo cual era extraño, ya que con lo de la fiesta, Youngmi siempre estaba en casa.
Mientras tanto, recorriendo con tranquilidad las calles mojadas de Cheshire, un chico de ojos marrones gruñía en inconformidad por el sonido molesto del móvil que cargaba. Un móvil que no era suyo, cabe destacar. Recordó el momento en que la chica iba tan despistada que no se dió cuenta de la pérdida.
"La próxima vez, deberías mirar mejor por dónde vas, muñeca".
Leyendo en números grandes un teléfono desconocido y un tanto cansado de los constantes tonos agudos del aparato, lo miró fijamente, empleando su fuerza para poder derretirlo con el poder de sus retinas. Acercándose a una papelera, lanzó a esta el móvil, junto también con el 'fijo' que había aprovechado para "tomar prestado" tras el atentado que hiciera contra Taehyung en el jardín trasero. Jungkook solamente se dedicará a aprovechar la situación.
Él no tenía nada en contra del chico moreno, pero su actitud durante estos últimos años ya le estaba cansando. Taehyung sabía cosas. Muchas cosas, y no podía arriesgarse a que tras tanto tiempo, todo su plan se fuese a la basura. Era una auténtica maravilla que fuese todo lo contrario.
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Dollhouse 人形 ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ
Fanfic❝ Seremos la familia perfecta... ❞ ❪ 𝐏𝐀𝐑𝐀𝐍𝐎𝐑𝐌𝐀𝐋 ¡! ᴀᴜ ❫ ➛ Adaptación del fanfic Dollhouse ➛ Créditos a su autora @Illousionwt ➛ Adaptación sin fines de lucro, realizada con el permiso del autor. ➛ Historia Corta. ➛ Errores ortográficos. ➛...