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7 de Junio de 2010.

❝ Soy más frío que esta casa; soy más cruel que mis demonios, más grande que mis huesos ❞ – Control / Halsey

― ¡Jimin! ― chilló la mujer, caminando con rapidez con los platos y los vasos de plástico de un lado para otro. Todo estaba ya preparado, más a su madre le encantada sentirse ocupada en ciertos momentos, pensaba él ― ¡Ya se pasan de las nueve! ¿Qué demonios te está tomando tanto tiempo como para no estar en la puerta recibiendo a los invitados de una vez?

No entendía por qué le daba tanta importancia a esa fiesta; no comprendía la obsesión de su madre por intentar caerle bien a todos sus vecinos. La mayor parte de ellos ya tenían un pie en la tumba. Además, casi todos eran bastantes desagradables. En el primer momento en que llegaron las ancianas de la vivienda a su derecha comenzarán a gritarles cuan malditos estaban por habitar en esa vieja y horrible casa que ellos llaman hogar ahora. De esta manera empezará también la preocupación de Youngmi por las continuas remodelaciones. ''El demonio seguirá viviendo con ustedes, aunque no lo estén viendo'' recitaban siempre sin remedio, ''Y estará presente donde menos lo esperen''. Jimin admitía que muchas veces habían pasado cosas raras. Pero él le echaba la culpa a su barrio. Vivir en Cheshire era casi como vivir en Detroit en América.

―¡Ya bajo, ya bajo! ― replicó, colgando sobre su cuello una pequeña cadena con la llave del armario, como recordatorio de que debía de ordenar su ropa luego. No era un hecho demasiado relevante para él, claro; tenía otras preocupaciones. Pero junto con la llave del armario se encontraban también las del almacén del jardín trasero, así como un colgante de la suerte que su amigo Taehyung le había obsequiado al cumplir 13 años. Supuestamente te protegía de los espíritus alrededor, y supuestamente cambiaba de color dependiendo de la presencia de estos. Jimin nunca en los cinco años de haberlo tenido lo había visto de color blanco. El color gris o negro lo adornaba por completo. Jimin no era supersticioso, sin embargo.

El castaño bajó las escaleras a toda prisa, casi tropezando en el proceso y como un rato se disparó a la puerta.

( ... )

―¡Oh, Taehyung!― comentó entre emocionada y asustada la madre de Jimin al entrar en el interior del garaje para dejar todo impoluto. El chico en el cuarto saltó, golpeando su cabeza contra el escritorio al alzarse en sus piernas― ¡No sabía que habías llegado ya! ¡Que susto me has metido, chico!

El moreno se atusó el pelo en un quiff sobre su cabeza, relamiéndose los labios. Jungkook estaba nervioso, siendo honestos. Rezaba porque la voz no le fallara en ese momento y tosió, intentando imitar el acento de Taehyung lo mejor que podía. A pesar de haber logrado hacer un trasplante de cuerdas vocales con éxito y materializarse en el cuerpo del otro chico, siempre podría haber algún fallo.

Y maldita sea la madre de Jimin, por casi siempre entrometerse en sus asuntos. El de ojos marrones tenía claro que ella sería la siguiente en morir.

―Sí― exageró el tono al hablar― Llevo aquí un buen rato, pero no he visto a Jimin.

―Oh, cielo. Jimin está en la puerta atendiendo a los recién llegados― informó, apilando correctamente los vasos en los sitios correspondientes sobre la mesa― ¿Serías tan amable de ayudarme?

Y Jungkook no quería ser amable. Nada, nada amable. Pero, ¿Qué es lo que haría Taehyung en su lugar?

Se dedicó a encoger sus hombros un par de veces, evitando mirar a la mujer a sus ojos y que se diera cuenta de que algo fallaba. Y es que para estos momentos, el cuerpo de Taehyung se presentaba sin ojos, solo mostrando dos huecos cóncavos y vacíos.

Dollhouse 人形 ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora