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23 de Octubre de 2006.

Todos piensan que somos perfectos, por favor, no dejes que vean a través de las cortinas  - Dollhouse.

―No sé nada ―susurró de nuevo en baja voz, respondiendo a las preguntas de aquel hombre― No vi nada. Y-yo... ―volvió a mentir.

O bueno, no del todo.

Cerca de una semana había pasado desde el incidente en el colegio.

Seis estudiantes del instituto habían desaparecido, y ahora era cuando tocaba hacer la investigación a todos los alumnos acerca de lo que había pasado, si alguien había visto algo. Era muy extraño que únicamente le hubiera sucedido a un determinado círculo de amigos, todos compañeros del mismo centro.

Y Jimin mentiría si dijera que en realidad no vio nada de lo pasado.

Parecía hacerlo bastante bien.

― Tu profesora nos dijo que los vio hablando en el receso, a ti y ―volvió a leer el impreso, pasando a páginas anteriores. Jimin ya tenía una uña dentro de su boca, en anticipación― Dos de los chicos desaparecidos, Im Jae Bum y Jackson Wang, alumnos de cuarto de secundaria, ¿Los conoces?

El chico castaño tragó saliva y alzó sus hombros cuando el hombre carraspeó con respeto, perforándolo con la mirada. La chica pelirroja a su lado no le observaba igual, sin embargo. Seguramente estuvieran jugando al ''poli bueno-poli malo''. 

 ―¿Entonces es mentira, Jimin? ―quiso saber él, nuevamente presionando― ¿No estabas con ellos?

"No digas nada. Niega todo" .

Jimin jadeó al escuchar la voz dentro de su cabeza. Se levantó con rapidez del asiento, horrorizado mirando a su alrededor para ver de dónde provenía ese sonido; su silla rechinó frente al movimiento brusco llamando la atención de los dos inspectores. El Sr. Shin lo volvió a sentar, dejando caer con algo de fuerza sus manos sobre los hombros del niño alterado.

―Cálmate chico, ¿Qué te sucede? ¿Te encuentras bien?

"Niégalo todo, vamos" repitió aquella letanía.

Otra vez el castaño casi se hace pis en sus pantalones del susto. Negó su cabeza hacia el hombre frente a él, sin ser del todo consciente de que estaba obedeciendo las órdenes dictadas.

―Deberíamos dejarlo para el final, Kwan. ―recomendó la mujer, anotando sobre el cuaderno también. Miró a Jimin con comprensión― Vete a tomar aire. Hablaremos en un rato.

Demostrando cuánto deseaba eso, corrió con apuro hacia la puerta, sin despedirse, colocando con manos inexpertas el beanie en su cabeza y azotando con un fuerte golpe la puerta. Se apoyó con susto sobre ella, buscando el aire.

Por poco casi se tropieza con una de las señoras de la limpieza que trabajaba allí.

Volviendo su vista al frente, su mano tembló con furia cuando la introdujo en uno de sus bolsillos para alcanzar su móvil.

Decidió llamar a Taehyung. Con seguridad, estaría todavía en el instituto, jugando al fútbol con sus colegas.

Hacía tiempo que no veía al chico moreno y necesitaba despejarse un momento de todo lo que le estaba abrumando a su alrededor. El miércoles pasado estaba muy reciente, y aunque él no hubiera sido un participante activo en toda aquella matanza, lo poco que pudo ver lo había descolocado totalmente. No recordaba demasiado, es más, casi nada, pero sí un poco que no solía dejarle buenos recuerdos en las noches.

Dollhouse 人形 ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora