Rosas de otra Época [Frostcup]

2.-Dragón

Cual parpadeo, 5 años habían pasado desde que Jack visito Berk por primera vez, y conoció al pequeño Haddock.

Y durante esos 5 años, un singular sentimiento se había creado.

Jack de manera indirecta había creado una amistad con el castaño, el así lo sentía, habían muchas cosas con las que había simpatizado, pues el niño le recordaba mucho a esos tiempos donde el era un espíritu solitario y creía que no era justo que el pasara lo mismo. Cada vez que Jack se daba el lujo de regresar acompañaba a Hiccup a caminar por el bosque o simplemente a escuchar sus quejas cuando se encerraba en su habitación, era divertido porque Jack siempre le contestaba de manera irónica o  sarcástica, decía bromas al respecto o simplemente soltaba una risilla.

Haddock de su parte, era un sentimiento un tanto mas fuerte, un cariño casi comparado con el que tenia con Astrid, tal vez un poco mas ya que la rubia vikinga ni caso le hacia. Y ahora con sus 15 años, estaba decidido a encontrar a aquella persona, hada, lo que sea que fuera. Claro que también estaba decidió a capturar a un dragón, eso nunca se le quitaría de su cabeza, era un vikingo después de todo.
Pero su mayor prioridad ahora era encontrarle.
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"¿Ha eso le llamas esfuerzo? ¡Se que puedes dar mucho mas y más!"

"¡No creas nada de lo que dicen! ¡Tus pecas son adorables y ellos tienen envidia!"

"¡Hey! No tengas miedo, tan solo haz lo divertido"

Esas y demás palabras solían ser dejadas en la libreta de Hiccup con el fin de animarlo, siempre con una letra algo vaga pero entendible. Hiccup las guardaba en un sitio especial, era una  motivación, un sentimiento que no podía dejarlas simplemente en esa libreta, por lo que decidió crear una especie de caja donde las guardaría, obvio las tendría muy bien ocultas para evitar...

Bueno, no es que su padre se interese mucho por lo que el chico oculte, y no tenia amigos como para que husmearan entre sus cosas. Por lo que ocultarlas no tendría mucho sentido...

Pero además de todas esas notas, siempre solían venir acompañadas con algo extra. Rosa, y blancas para ser exactos, las flores de Berk eran algo escasas, solo las islas vecinas tenían mejor flora que Berk. Por lo que para Hiccup recibir una rosa era algo muy hermoso, eran  únicas, mas que nada por ese vacío color que le transmitía tranquilidad, si por el fuera las congelaría o cristalizaría para tenerlas siempre presente. Pero la vida seguía y ellas con poco tiempo se marchitaba, peor caso, terminaban incineradas por las llamas de los dragones durante sus ataques...

Pero cada vez que una se iba, una nueva llegaba a llenar ese vacío con esos bellos pétalos blancos...

[...]

Parece que cada vez que llegaba a Berk, este lo recibía con fuego.

Nuevamente los dragones habían atacado durante la madrugada, y como Jack lo esperaba en algún momento Hiccup saldría en acción. Y así fue.
Jack siguió con la vista al castaño viendo como llevaba consigo una carreta con una especie de maquinaria, si por el fuera le seguiría más de cerca, pero con todo ese fuego era mejor estar alejado. Hiccup había creado una especie de catapulta con el fin de lanzar una red para capturar a un dragón una vez gritaron su nombre

"¡Furia Nocturna!"

La criatura que nadie ha llegado a ver, la bestia de las bestias, el dragón de las sombras. El Furia Nocturna. Nadie sabía de ese dragón, rara vez eran las ocasiones cuando este dragón llegaba a atacar Berk, lo único que se lograba ver era el morado destello que hacia cuando estaba dispuesto a atacar. Pero esta vez seria diferente, el muchacho castaño tenia ese objetivo claro, el lo capturaría.