¿Destino?

Capítulo 11

Todos se le quedaron mirando fijamente, como si se tratara de una épica escena sacada de una película, aunque para los seis del grupo, todo lo que les había pasado ya había resultado bastante anormal.

Solo faltaba que viniera el apocalipsis zombie.

Tails se acercó hasta quedar al lado del chico peli-azul y lo miró de pies a cabeza, mostrando un gesto indiferente por su parte.

- Tío, no tenemos la menor idea quien eres, pero sin duda nos has salvado la vida. Muchas gracias. -Le sonrió al asesino. Éste ni se inmuto, solo volvió mirar al chico que tenía enfrente, cuyos ojos esmeralda y cabello azulado, le hacían recordar a un odio incomparable.

- Pues no digo lo mismo de vosotros, en especial de ti... -Se refirió al cobalto mirándolo como si intentase recordar algo.- ¿Te conozco de algún sitio en particular?

- Para nada... Nunca te había visto en mi vida. -Él también se sentía extraño, como si con sólo mirarlo directamente a esos ojos carmesí, había algún sentimiento vago por sus recuerdos. Uno del cual solo podía llegar a sentir enemistad. No tenía idea porqué, pero lo sentía. Tanto como una buena vibra y una mala. Era como una misma contradicción que se hallaban en sus recuerdos. Se cruzó de brazos de igual manera.- Así que... Calavera Negra eh ¿Y cómo fue que te pusieron ese apodo? ¿Por ser negro? -Él aguantó las ganas de reírse, mientras que Knuckles ya se encontraba riendo de ese chiste tan racista y malo. El chico de cabello azabache no le causó nada de gracia con respecto al chiste, por lo que él hizo un gesto de molestia.

- Mejor cállate si no quieres que cambie de opinión y te vuele los sesos, al igual que a tus amigos. -Amenazó en un tono muy sepulcral, por lo que Knuckles paró de reír.

- Oh vamos, es solo una broma, no tienes porque ponerte así de agresivo. -Sonrió de lado, como si se estuviera burlando de su enojo. El respectivo solo suspiro y abrió la puerta de su coche.

- No tengo porque estar lidiando con ustedes. -Se metió a su coche, arrancó, seguido de que pisó a fondo el acelerador, lo que provocó que todos se apartaran de la calle y el auto saliera a toda velocidad.

- ¡Oye! Dios, que mala ostia que tiene este tío. -Dijo con desprecio Rouge, quitándose un poco el polvo que había saltado en sus jeans y blusa, así como en los demás.

- Estoy contigo, no tiene ni una pizca de humor ese... ¿Cómo había dicho que se llamaba? -Preguntó incrédulo el peli-rojo.

- Calavera Negra Knux... -Respondió a su pregunta el oji-esmeralda, que se limpió las mangas del brazo de su chaqueta y luego se dispuso a caminar hacia la misma dirección que se había ido el coche, Green Hill.- Y no me da para nada un buen rollo chicos... -Éstos empezaron a seguirle el paso.

- Ni que lo digas, y su compañero que estaba en el coche tenía mucha pinta de ser un maleante, ¿notaron el tatuaje que tenía en su cuello y sus manos? -Le siguió Tails la conversación, ya que él sabía enfocarse mucho en los detalles.

- Como no, eso era evidentemente muy visible, y si incluimos el hecho de que vestían de esa manera tan extravagante que usan los maleantes y el arma que había utilizado el chico al principio, diría sin duda que son maleantes. -Finalizó su conclusión la peli-rosada, por lo que éste al instante le respondió con una sonrisa.

- Exacto, muy buena conclusión Amy, deberías ser detective del FBI. -Él rió, por lo que al instante él la contagio.

- Supongo que sí, no estaría mal intentar ser una detective. -Sonrió.