Capítulo 18

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Los chicos ya estaban descansando en sus casas, podía jurar cada uno que nunca había experimentado tal travesía agotadora. Sentían que habían estado cargando un elefante en todo el trayecto de venida. Después de todo, subir cerros no es cosa de todos los días.

El chico cobalto estaba completamente tumbado en su cama boca abajo. Podía sentir como sus pies aún palpitaban, mientras su respiración comenzaba a tranquilizarse poco a poco. Fue como si el jadeo se hubiera apoderado por completo tras llegar a casa. Y claro que no era el único, sus amigos estaban igual que él, con la diferencia de que su mejor amigo había tenido que ir a la cocina para preparar el almuerzo. 

Se detuvo a pensar un momento todo lo que había ocurrido en la "pequeña" aventura. Le había parecido muy peculiar aquella gema reluciente, y en cierto modo, su brillo se parecía mucho a la flor del manantial. ¿Podría llegar a tener relación entre uno y otro? Por qué no, ambos cristales tienen la capacidad de brillar. Se acomodó de una nueva forma, acostándose contra el respaldo de la cama, quedando sentado mirando hacia su escritorio, que posteriormente fue directo a su mochila. Incluso, podrían llegar a ser la razón por la que Robotnik destruyó una ciudad entera... pero si hubiera sido el caso, primero: ¿por qué no las tiene él?; segundo: ¿por qué no las busca en vez de buscarnos?;tercera: y si fuese el caso ¿qué clase de poder podrían llegar a tener, considerando el hecho de que lo posean?; cuarta: si tanto nos quiere como conejillos de indias ¿sabrá de nuestro pasado?; y quinta: ¿pudo haber sido él el que ocasionó que no recordemos absolutamente nada de nuestro pasado? Instantáneamente, al pensar sobre su pasado, se le vino el recuerdo que había tenido donde todos eran seres antropomórficos. Le ponía ansioso la idea de obtener las respuestas a todas las preguntas, ya que una se relacionaba con otra y así sucesivamente, dando por entender que todas las preguntas formaban parte de una causa principal que respondía a las restantes. ¿Cuál fue la causa por la que todos nosotros acabamos de esta manera? 

Casi tan rápido como una estrella fugaz, entre la respuesta que buscaba, se posó el recuerdo del beso que había tenido la noche anterior con la oji-jade, provocando ardor en sus mejillas. Debía admitir que había sido repentino, además de que ese había sido su primer beso y le había gustado, pero apenas se estaban conociendo y hasta ahora lo único que sabía que tenían en común era que tenían amnesia, que solo ellos podían reconocer dicha promesa y que tenían un pasado en común. Ay Sonic, menudo gilipollas que eres... Aunque de no haber sido por el beso, nunca habríamos tenido aquel recuerdo. Suspiró. Será mejor disculparme con ella mañana, no quiero que por culpa de eso, malentienda las cosas como estaban. Levantó un poco su mirada, parándose en el techo. Fue en ese momento que se le cruzó otra incógnita. ¿Por qué esa promesa es tan importante?

Antes de que pudiera sumergirse más, un golpe en la puerta lo alertó y lo sacó de sus especulaciones, captando de quien se trataba.

- Sonic, Tails dice que ya vamos a almorzar.-Abrió un poco la puerta, notando la postura de éste.- ¿Todo bien?

- Eh, si, todo perfecto.-Le propinó una sonrisa a la vez que se levantó y caminó hasta la salida de su cuarto. Lo siguiente, fue que ambos se dirigieron a donde los estaba llamando el rubio, como si fuese su madre. Una vez que llegaron, los tres se sentaron a almorzar lo que había preparado su amigo, fideos con salsa. A pesar de que la salsa no era la mejor, igual comieron, debido al hambre que cargaban desde la mañana.

- Chicos, no se ustedes pero necesitaremos entrenamiento si queremos seguir con la investigación.-Opinó Sonic.

- ¿Tú crees? ¿No sería algo...excesivo?-Le contestó el pelirrojo.

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⏰ Última actualización: Feb 02 ⏰

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