The Swan Prince || VLD AU

No es lo que yo llamo diversión

Esa traición que sentían ambos chicos no llegó a ojos de los mayores, que habían comenzado a pasear, tal como habían decidido.

- Me alegra poder hablar contigo de nuevo, es bastante aburrido dedicarse solo a las cartas -Confesó Allura, que no se separaba del brazo contrario.

- Al menos es mejor eso que no poder comunicarnos -Se encogió de hombros el moreno y tomó dirección al gran salón, empezarían por ahí pese a que ese lugar seguro que lo recordaba la chica.

- Ya, pero en parte es gracias a que nosotros nos encargaremos de que esos dos al menos pasen el tiempo juntos -Suspiró pesadamente y miró hacia las paredes del sitio, no lo utilizaban desde hace mucho, pero se veía limpio y bien cuidado, había distintas telas de color morado con el símbolo de Marmora en estos.

Por un segundo recordó una decoración distinta, distante y demasiado horrible como para querer retomar sus sentimientos hacia esa época que ambos reinos y muchos más sufrieron por tanto tiempo.

- Allura ¿Estás bien? -Los ojos preocupados del chico se encontraban frente a ella, en algún momento se había colocado de manera que se miraban fijamente y él la sostenía por los hombros.

- Si, perdona Shiro, estoy preocupada por Lance, está bastante borde y rebelde, me temo que no salga bien e ignore a Keith -Una mentira a medias, pues era un tema que la dejó dos noches sin casi dormir.

- No cre... -Se escuchó un estruendo y salieron ambos corriendo, se habían reunido varios sirvientes a ver lo que pasaba. La escena como poco era cómica, los dos menores habían entrado también, la ropa antes reluciente ahora estaba llena de barro, parecían haber empezado en el patio.

- ¡No me tires del pelo! -Se quejaba el de ojos morados, que había acabado prácticamente arrinconando al otro contra el suelo.

- ¡Eso te pasa por tenerlo largo, maldito Mullet! -Por debajo, el ojiazul intentaba así volver a tomar la delantera.

Tenían ambos algunos rasguños, pero no parecían ir a mucho más.

- ¡No me llames así! -Ofendido, fue al final empujado y el mas alto pudo levantarse, separándose de él.

- Te lo llamaré si quiero, Mullet -Se burló el de piel morena, sacando la lengua al finalizar de hablar.

- Aagh... ¡Te vas a enterar! -Y gritando ambos, se alejaron por todo el castillo.

Los ojos de los mayores estaban abiertos de par en par.

- Bueno, ahí lo tienes, no se ignoran -Comenzó a reírse Shiro, el cual se acercó a uno de los sirvientes- Asegúrese de que no destrozan muchas cosas jugando -Le dijo para así ver al hombre alejarse y seguir la estela de destrucción y tierra.

- Esto tiene buena pinta -Sonrió satisfecha Allura, que se había cruzado de brazos- Tal vez no tengamos que preocuparnos mucho por ellos -

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Ese verano podía ser visto de varias maneras, los criados y limpiadores trabajaron tanto que no sabían ya cuantas veces habían limpiado el mismo sitio por el desastre de los dos jóvenes.

Krolia, la cual recibía informes y les había visto, se alegraba al verlos con tanta energía.

Allura y Shiro se deleitaban al ver una sana rivalidad que confiaban florecería en amor verdadero.

Alfor, por cartas de su hija y con solo su versión, veía el tratado como algo posible y bastante cercano.

Keith...

- ¡No me lo puedo creer! -Era la última noche antes de que se marcharan los dos príncipes de Altea- Me va ha dejar calvo -Se quejaba sentado en la cama de su dormitorio con las piernas cruzadas, sobándose la parte de atrás de la cabeza, donde le tiraba más del pelo.

- Estoy deseando que se marche ya... No quiero volver a verlo en mi vida -Sentenció con pura rabia, sin saber que eso se repetiría el siguiente verano, cada verano, cada año...

Lance por otra parte.

- Es increíble que sea un príncipe, solo sabe poner mala cara, gruñir, cruzarse de brazos y portarse como un energúmeno cuando le llamo -Claramente, lo hacía usando ese mote que le había asignado el primer día.

- Estoy deseando llegar a casa... A lo mejor puedo aprovechar lo poco que me queda antes de que vuelva a las clases -Miró alrededor, por su parte había estado tumbado, la habitación que le habían asignado era bonita, pero en cierto modo le recordaba al contrario y eso le cabreaba y no ayudaba a que descansara del todo bien.

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Al día siguiente Lance y Allura esperaban a que llegara el carruaje, presentes estaban Shiro y Keith, los dos menores se habían vuelto a pelear bien temprano, dejando al alteano con el labio roto y al otro con el ojo morado.

Eso no era nuevo, se la habían pasado así desde el inicio, con distintas heridas que sus respectivos hermanos catalogaban como "pequeñas marcas de juegos".

- Seguiremos escribiéndonos, hasta el próximo verano -Se despidió el mayor.

- Te mandaré una carta nada mas llegue, nos vemos el año que viene -Respondió la chica.

"¿Qué?" Se preguntaron internamente cada uno de los menores, pero no lo hicieron en voz alta por miedo.

- Adiós Mul... -La intensa mirada de Allura en su nuca hizo retractarse al joven Lance- Keiiiith -Alargó el nombre, disgustado pero libre de esa sensación de peligro.

- Adiós, Lonce -Una pequeña tos por parte de Shiro hizo a Keith rodar los ojos- Perdona, he tartamudeado, Laaaaance -

La tensión era tal que podía cortarse y saldrían piezas resistentes, por lo que no alargaron ese sufrimiento y se separaron.

- Keith parece un buen chico -Afirmó Allura ya en el carruaje en marcha.

- Si, claro -Respondió el menor, sabiendo que no podía discutirle nada a su hermana, incluso cuando tenía la certeza que mas que un chico, se trataba de un perro.

- Parece que alguien ha conseguido su primer amigo -Shiro se hizo escuchar.

- Parece que alguien ha perdido la vista -Recibió la respuesta antes de verle alejarse hacia el castillo, seguramente de nuevo a su cuarto.

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Tercera parte finalizada, es un poco mas corta por lo que ya estoy trabajando en la siguiente, mas que nada pensando cómo organizarlo, si hacer mínimo un verano por capítulo o si no llegará a dar lo suficiente.

Me gustaría saber la opinión de esos cuatro que han llegado a leer(?) y los que vengan.

Además, también apreciaría si a quienes les gusta me dan alguna señal, de humo, escrita, telegrama... Cualquier cosa para saber si al menos puedo llegar a entretener a alguien.

Un saludo y gracias a todos los que me dais una oportunidad a mi y a este pequeño relato.