The Swan Prince || VLD AU

Primer encuentro.

- Shiro... -Se quejó el joven de ojos morados, el cual había sido vestido con sus mejores galas, un jubón rojo con botones dorados, una camisa de varios tonos mas claro debajo y un pantalón negro, así como unas botas de cuero. Esperaba sin mucha gana en una de las zonas mas privadas del castillo, habían organizado todo de manera que quedara sencillo y perfecto para la ocasión.

Keith era el tipo de niño que le dificultaba mucho socializar, apenas aceptaba estar en grandes multitudes y mucho menos ser el foco de atención. Las únicas personas en las que confiaba plenamente era en Shiro y su madre, pero a su pesar apenas podía contar con mucho tiempo para estar con ella, en parte por su condición enfermiza y los trabajos que debía mantener todavía como reina.

- No quiero quejas, acordamos que te enseñaría a manejar la espada si cumplías con tu deber y atendías a los visitantes como amerita -El mayor miró con firmeza a su hermano. Permanecía con la espalda recta, por su parte llevaba el uniforme reglamentario de la guardia personal de la realeza, que consistía en un equipo plateado con tonos morados, pero en esta ocasión llevaba la versión ligera, sin pechera ni nada que pudiera dificultar su movimiento.

- ¡Eso es trampa! -Se quejó cruzándose de brazos, claramente molesto- No dijiste que pasarían todo el verano aquí -En efecto, se la habían jugado.

- Bueno, entonces no hay manera, cancelaré el encuentro -La expresión del chico se suavizó al creer que por fin sus quejas fueron escuchadas, al menos hasta que...- Y las clases también -Shiro se giró para así llamar a un hombre que esperaba en la puerta que daba paso a ese espacio- Can... -Apenas pudo terminar de hablar cuando fue interrumpido.

- ¡Vale! Lo haré, pero mas te vale cumplir tu parte del trato -El sirviente supo que ya no hacía falta aproximarse, mientras, Shiro se giró con una gran sonrisa.

- Sabes que siempre cumplo mis promesas -Y despeinó el cabello negro del joven rebelde que ahora estaba mucho mas enfadado ante su impotencia.

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- Lance, en serio, como hagas una escena me encargaré de dejarte encerrado en tu cuarto, con barrotes, siete candados y guardias cada medio metro en todo el perímetro -Dando una patada al suelo, la chica ya había bajado del carruaje, llevaba un vestido en tonos blancos y rosados, largo pero sin llegar a rozar con el suelo para evitar que se ensuciaran los bajos, era sencillo y de telas no muy pesadas, el pelo estaba recogido por completo en un moño alto. Pese a su agraciada belleza, se veía que las amenazas no iban en vano.

- ¡Pero no es justo! -Gritó de vuelta el chico que salía por fin, este portaba unas botas bajas, pantalón negro, una camisa azul claro y una capa de azul mas oscuro sujeta con un broche dorado- ¡Me has arruinado el verano! -

La chica, con su hermano por fin al alcance, le tomó de la oreja y le hizo bajar casi tropezándose mientras se quejaba por el tirón en el lóbulo- Me da igual, padre nos pidió esto y no puedes negarte, no después de haber recibido el bochornoso reporte de tu tutor -Por fin soltó al muchacho, el cual se acariciaba la zona afectada con el rostro bajo.

- Vale... -Al contrario que el otro joven, Lance era mas sociable, a veces incluso habían tenido problemas por la soltura que tenía en este aspecto... Pero si le obligabas a dejar a su mejor amigo de lado para, según le habían dicho, afianzar la relación con el reino vecino pasando el verano con el joven príncipe de este, estaría claro que no le gustaría la idea.

- Bestia... -Susurró casi para si mismo, claramente refiriéndose a Allura, la cual se giró y prácticamente le asesinó con la mirada, dejándole de nuevo callado y doblegado ante la fuerte personalidad de esta.