Yuri on Fics [Yuri!!! on Ice]

Capítulo 10

Advertencias: Mención de ciberacoso.

"Rusia desclasificado del mundial"

"Dueño de casa eliminado tras partido contra Croacia"

"Croacia gana en penales a Rusia"

Yuri y Vladimir lloraban —masculinamente— mientras se abrazaban en el sillón de la casa de su abuelo. Toda la familia Plisetsky de Moscú se había reunido para ver el mundial de fútbol por la televisión, pero el equipo de su país había sido eliminado en cuartos de final por penales.

La pequeña Masha miraba a sus primos sufriendo por una simple pelota en la televisión. Se encogió de hombros y se fue a la cocina para ver si su abuelo le daba unos pirozhkis.

Un par de horas más tarde, ambos adolescentes se instalaron en la antigua habitación del padre de Yuri, se acomodaron en la cama junto al computador portátil del mayor, para revisar las notificaciones en el correo spam que mantenía el rubio para sus cuentas de ocio.

—No puedo creer que te hayas estado estresando por estas... nimiedades —comentó el de cabello negro tras leer unos cuantos comentarios—. Y eso que faltan los mensajes privados.

—Sí... —estuvo de acuerdo el menor—. ¿Pero qué más puedo hacer? Yakov no ha parado de respirar tras mi cuello para practicar la nueva rutina, la tía Yekaterina ya me restringe el uso de las consolas y tengo un toque de queda cada vez que salgo de la casa, además de mantener las calificaciones porque no quiero estudiar en casa y... esto de Wattpad se me salió de control.

El Plisetsky mayor suspiró y miró a su primo antes de regresar la vista hacia la pantalla. Empatizaba con el chico, lo veía esforzarse y tratar de llevar una triple vida sin interferir en las otras. Su familia era humilde y sabía lo orgulloso que era el rubio.

Simplemente debía tomarse un descanso de todo eso.

—Yura, como tu beta reader y primo favorito, te ordeno a que dejes tus fics en hiatus hasta que logres equilibrar tu vida —comentó, no sin antes rascarse la nuca con evidente incomodidad.

Yuri se quejó porque sabía que Vladimir tenía razón. El entrenamiento le quitaba mucho tiempo libre y debía mantener un promedio decente en el instituto si quería seguir asistiendo a clases. Y con el dolor de su corazón, abrió su cuenta de Wattpad para comenzar a escribir una disculpa a sus seguidores por dejar sus fics en hiatus.

Sin embargo, la notificación de un nuevo mensaje privado llegó a su bandeja de entrada, y las primeras líneas llamaron bastante su atención.

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Para Angelina las cosas tampoco había sido miel sobre hojuelas. Durante aquellos meses la mayoría de sus obras habían sido denunciadas y eliminadas de la web, lo que la dejaba con una desazón que no le deseaba a nadie. Algunos de sus lectores, aquellos que se habían mantenido fiel, opinaban que volviera a subir todas sus historias, que no le diera en el gusto a aquellos que querían verla tocando fondo. Pero aunque ella tenía todos sus fics respaldados en una nube, no estaba segura de que hacer eso fuera lo correcto; quizás solo conseguiría que se fueran contra ella nuevamente, y de verdad que no quería volver a pasar por eso.

No había sido lindo, no lo había sido en absoluto. A veces ni siquiera había tenido ganas de revisar sus redes sociales por miedo a leer algún otro insulto dirigido a ella. Su bandeja de entrada en fanfiction se había llenado de mensajes de odio hacia ella. Sus fics, antes de que fueran borrados, se habían llenado de comentarios anónimos que solo buscaban desestimar sus trabajos y a ella como ficker.