Hay momentos de sacrificio, donde tienes que jugar todo por salir adelante. Yo confiaba en los médicos, en la suerte, y en el destino.
Estoy seguro que todos vivimos eso, de algún modo.
Confiar en que tu amor es correspondido, confiar en que todo saldrá bien, confiar en que pasaras ese examen.
¿Qué fue lo último en lo que tuviste que confiar?
________________________________________________________________________________Mi padre me mira con un rostro cansado y lleno de reproche, él se encuentra bañando a mis dos hermanos pequeños; en el pequeño riachuelo cercano al hogar. La peste de los zorrillos sigue sobre ellos, aún después de haber pasado seis días desde el incidente.
Él ha estado de muy mal genio desde que mi madre y yo le obligamos a dormir fuera del hogar, junto a mis dos hermanos pequeños. Todo ello se originó debido al putrido olor que se le impregnó de bañar todos los días a mis dos hermanos, e hizo imposible convivir bajo el mismo techo con ellos tres.
—Pa' —le llamo con claro malestar. Su peste se puede sentir desde la roca donde me encuentro de pie, y esto me obliga a encargarme a buscar los diferentes quehaceres de los animales de la granja. Hace poco tuve mi mortal batalla contra un odioso gallo de color rojo; el cual puede lanzar las afiladas plumas ígneas ante su enemigo, quien lamentablemente soy yo. Por alguna extraña razón solo mi padre puede tratarle, sino tuviera su peste, para recoger los huevos—. Voy a ir hoy donde Søster.
—¿Esta la cena hecha? —Más labores para mi itinerario. Esperaba poder librarme de ello, al salir antes de comenzar el atardecer, pero por lo visto no podré escapar de sus amargadas garras. Le respondo con la verdad y este, mientras restriega el cabello lacio de Hvid, me contesta con una voz muy monótona y desprovista de felicidad alguna—. Después de eso asegúrate de lavar la ropa y después si puedes salir. ¿Regresarás a dormir?
—No. Creo que me quedaré a dormir con Søster, para poder ir temprano a la guardia. —Su cara parece molesta. Es obvio que no le agrada que su hija duerma fuera de casa.
—Si es Søster, entonces de alguna forma estará todo bien.
¡Oye! ¡Eso no me genera confianza! Hablas de mi impertinente hermana mayor. La misma que profana tumbas e interroga zombies. ¿Acaso piensas realmente que esta bien confiar en alguien que abandona a otros en desconocidos pueblo? Esa que empeña su espada y fusil, solo para tener dinero.
Resguardo mis pensamientos, ya que no deseo buscar inconvenientes en mi intento de ingreso en la guardia. Aun así, temo a que me obligue nuevamente a profanar tumbas.
—Gracias. Ya voy a terminar las labores. —Con eso dicho, me regreso al hogar e inicio la preparación de la comida y el lavado.
No me tomó demasiado tiempo y tras un par de horas ya estaba en el trayecto hacía el pueblo. Bajando por las colinas verdes y saltando en las piedras de un par de riachuelos. El camino es de veinte minutos a paso lento desde mi hogar, y lo mejor de todo es que se pueden apreciar algunos animales fantásticos como ardillas con cola de llamas azules o más normales como simples pájaros carpinteros.
Al llegar a la entrada de la ciudad me encuentro con el mismo guardia de siempre. Él guardia de los tortuosos recuerdos y sentimientos de hace algunas noches. Si, es el guardia Vagt, y cual todavía tengo esa sensación de tristeza, por sus depresivos sentimientos. Él está ahora sonriente y sin ninguna molestia en su rostro, ya que todo el peso lo llevó actualmente yo. Él ya no sufre como antes, ahora es feliz.
Entre amargos suspiros continuo mi camino hasta llegar a la biblioteca.
Aquí no hay mucha gente. Son pocos los que vienen a leer algún libro en este pueblo. Quien se encarga de mantener este extravagante lugar es un joven de mirada taciturna, y, según mi hermano, esta biblioteca fue iniciada por su padre, quien deseaba traer la cultura y arte de la capital, Londinium. Aunque su esfuerzo no fue en vano, son pocos, pero hay algunos lectores. Sobre todo en el área de herrería, es casi norma que los jóvenes enamorados vengan a buscar la forma de hacer los más majestuosos anillos para sus parejas.
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Peón de la Calamidad
FantasiYo no pude vivir, tampoco pude amar; pero antes de morir, ese ser me concedió un milagro. Deseé lo que toda chica quiere; ser libre, para vivir sin ataduras. Mi nombre es Liv y esta es mi historia, de como reencarne en una Súcubo; una maldita raza...