Diversión

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Nos pasamos la tarde entre risas y anécdotas sobre nuestra niñez, ignorando todo lo que nos a pasado estos tres últimos años.

- Entonces de pequeño, ¿te metiste en un saco harina lleno? Me sorprendes Mellark- Río al imaginarme esa escena.

- Por favor, Katniss no lo tengas en cuenta además tenía unos 2 años. Por cierto, ¿no te parece que es hora de cenar?

- No intentes escurrir el bulto - Cuando lo digo los dos empezamos a reírnos como locos - Vale tienes razón ya es hora de cenar.

Cuando empezamos a hacer una ensalada para la cena Peeta me lanza un trozo de lechuga.

- ¿Pero a que viene eso?- Le pregunto algo enfadada.

- No sé quería hacer la cena de una forma un poco más divertida.

- Peeta, enserio cada vez me sorprendes más. Por cierto no sabes con quien te has metido.- Cuando digo esto cojo un poco de salsa, se la restriego por la cara y salgo corriendo por el patio de detrás.

- Cuando te coja verás - Grita Peeta corriendo por detrás.

Sigo corriendo alrededor del patio y de pronto noto los brazos de Peeta alrededor de mi cintura.

- Pillada- Me dice Peeta con tono pícaro- Ahora verás lo que pasa cuando alguien se mete conmigo.

- A si...- Digo yo con tono desafiante. De pronto comienza hacerme cosquillas y acabamos lo dos tirados en el césped haciéndonos cosquillas y riéndonos como niños.

- Vale ... Peeta... me rindo.

- Lo ves sabía que iba a acabar ganando.

- Es que hacer cosquillas es trampa.

- No digas tonterías sabes que eso es mentira, lo que pasa es que te da rabia perder.- Me dice en tono de burla.

- Habrá una revancha esto no a acaba aquí- Digo con un tono exagerado. Los dos empezamos a reírnos otra vez hasta que Peeta para de golpe y dice:

-¿Has visto las estrellas? Fíjate, son preciosas.- No me había dado cuenta de que los dos estamos el uno junto al otro tumbados en el césped y ya a anochecido, la verdad es que el tiempo, cuando te diviertes, pasa rapidísimo.

- La verdad es que sí. Tú si que sabes apreciar la belleza.

- Dije eso antés del Vasallaje ¿Real o no?

-Real. Creo que ahora si que deberíamos ir a cenar.

Cenamos y al acabar Peeta me acompaña a mi casa.

-Bueno Katniss, hemos pasado un gran día espero que quieras repetir.

-Claro que sí, me lo he pasado genial.

-Bueno me voy a mi casa , hasta mañana.

- Peeta, quédate conmigo por favor.

- Siempre.

Entramos a mi casa y subimos a mi habitación, me voy al baño con el pijama y me cambio, cuando vuelvo a entrar a mi habitación, Peeta esta solo en pantalones, me quedo mirando su torso no me había dado cuenta pero ahora está muy musculoso.

-Katniss, ¿Me has escuchado?

- No, perdón estaba mirando...

- ¿A mi?

- No digas tonterías Peeta - Mientras digo esto mi sonrojo crece y Peeta se empieza a carcajear de mi.- Tan solo estaba pensando.

- Vale.. lo que decía era si podía abrir la ventana ya que es verano y hace un poco de calor.

- Sí claro.- Dicho esto Peeta abre la ventana y yo me tumbo en la cama. Él se pone a mi lado y yo coloco mi cabeza en su pecho y escucho el latir de su corazón. Levanto la cabeza y veo el azul que me inspira una tranquilidad inmensa. - Peeta tus ojos son hermosos - Vale, muy bien en vez de pensarlo lo he dicho. Viva mi inteligencia.

- Gracias Katniss pero no tanto como los tuyos. - Me sonrojo no sé porque pero siempre que Peeta dice algo bueno de mi mis mejillas se vuelven totalmente rojas. Al momento Peeta me da un beso en la frente y me susurra - Buenas noches Katniss.

- Lo mismo digo Peeta.

Y me doy cuenta de que sí mi rutina es así de normal, me encantará mi nueva vida.

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