Empezar

Dulce despertar

Despierto cuando siento unos labios sobre los mios, no necesito estar consiente para saber que son los labios de Peeta porque esa seguridad y proteccón que me aporta es única. Le correspondo al beso y abro los ojos. Veo ese azul que siempre delata sus sentimientos y veo que ahora mismo solo expresa amor y deseo.

- Katniss siento haberte despertado pero no he podido resistirme - Me dice mientras sonrío por una parte por su preocupacón eterna y por otra porque hoy he dormido sin pesadillas como es normal cuando duermo con él.

- Sabes que nunca me va a importar que me beses y lo puedes hacer cuando quieras.

- Vaya que has hecho con la Katniss inocente que conocía- Dice en tono pícaro.

- Que tal vez desaparezca cuando estoy contigo- Cuando digo esto soy yo la que le beso dulcemente. Peeta se ha quedado algo sorprendido y creo que es una de las pocas veces que le he dejado sin palabras.

- Eso esta bien, y como forma de agradecimiento te voy a traer el desayuno a la cama.

- Pero Peeta te puedo ayudar no me pasa nada en las piernas- Odio cuando las personas no me dejan que es ayude me siento inútil.

Cuando voy a levantarme Peeta me bloquea.

- Ni se te ocurra moverte de la cama. - Y dicho esto se va.

Como me deja sola tengo un rato para pensar en nuestra relacón. Es cierto que no quiero estar con nadie por miedo a que se convierta en mi debilidad. Pero también creo que he llegado tarde para eso ya que aunque no tenga a Peeta a mi lado sé que voy a estar preocupada por él y con miedo a que le pase algo. 

Pero creo que también es algo egoísta tenerlo a mi lado sabiendo que nunca le voy a poder dar la familía que siempre a querido. Ni siquiera sé si soy capaz de casarme en algún momento de mi futuro.

Debo de haberme pasado mucho tiempo reflexionando porque de repente aparece Peeta con una bandeja llena de panes de queso y dos vasos de leche.

- Y aquí traigo el delicioso desayuno para la señorita Everdeen- Dice con un tono exagerado.

- Dices que es delicioso porque lo has hecho tú - Le digo mientras nos reímos.

- Bueno eso lo tendrás que juzgar tú bella dama.

Le sonrío y cojo un pan de queso. Mientras me lo como Peeta me mira expectante esperando mi respuesta.

- Y el veredicto es... - Dice divertido.

- Como cabria esperar están exquisitos Peeta.

Pasamos el desayuno entre risas y la reflexón de lo bien que estaría que los gansos de Haymitch no pulularan por nuestros jardines. Cuando acabamos Peeta se va a lavar los platos mientras yo me ducho. Cuando ya he salido de la ducha voy a la cocina y me encuentro con una nota.

He ido a mi casa a cambiarme y a ducharme volveré en una hora.

                                                                                                                            Peeta

Me encanta lo atento que és con todo el mundo si hubiera sido yo me hubiera ido sin decir nada a nadie, pero sé que el nunca haría eso, por este tipo de cosas pienso que no me lo merezco. 

Al cabo de una hora exacta Peeta toca a la puerta de mi casa, cuando abro veo sus ojos y transmiten ilusón, además a simple vista se nota que está emocionado por algo. 

- ¿Peeta te puede saber lo que te pasa?

- Katniss, Annie me ha llamado desde el Distrito 4 y nos ha invitado a pasar una semana en su casa en la aldea de los vencedores para que podamos conocer al pequeño Finn.- Es verdad que Annie se quedó embarazada durante la guerra y hacía unas semanas había dado a luz a un pequeño niño, me llamó para decírmelo pero estaba tan perdida que ni si quiera le hice caso.- Katniss, quieres ir ¿no?

- Claro tengo muchas ganas de ver al hijo de Annie y Finn...- Mis recuerdos con él me vienen a la mente y de pronto recuerdo como lo cogieron los mutos y acabaron con él.

Siento como alguien me vigila me giro y veo a Finnick con la cara demacrada me recuerdo que no es real que él no está aquí y yo no tengo la culpa de su muerte, pero la imagen es tan real que me hace dudar. Él se acerca a mi llamándome asesina salgo disparada al bosque perseguida por Finnick y todos los que murieron por mi culpa, corriendo tropiezo y me doy un fuerte golpe en la cabeza.