Cuando digo esto Peeta solo me abraza. Yo me aparto enfadada.
-¿Te crees que eso lo va arreglar?¿Crees que vale la pena vivir con este peso en mi consciencia?- Recordar todo lo que he vivido las últimas horas solo hace que el dolor en mi pecho aumente.
-No lo puedo arreglar¿Pero que quieres que haga?¿Qué me quede aquí parado sin hacer nada viendo como sufres? Yo tampoco estoy feliz con esto, tu dolor también causa estragos en mi.
-Si te soy sincera tu compasión no me hace falta en estos momentos.- Sé que me he equivocado en decir esto pero su lealtad me está hartando.
- Si quieres que me vaya solo tienes que decírmelo.- Se limita a decir.
- Creo que es lo mejor que podrías hacer. No quiero herirte más.
Al decir esto Peeta se va de la habitación y me quedo completamente sola como de costumbre. Sé que él no se merece que le trate de esta manera y de alguna forma eso me molesta.
Pasan las horas y el silencio de la habitación me vuelve loca. La poca distración hace que mi cabeza viaje por recuerdos que quiero eliminar de mi memoria. Recuerdo la risa de Prim y al segundo siguiente la última vez que la ví y como las bombas la mataron.
Solo pienso que quiero salir de este horrible sitio. Después de unas horas aparece el doctor diciéndome que ya es hora de que deje el hospital y que estoy completamente sana.
Nadie me acompaña a casa. Al llegar pensaba que mi mente se relajaría un poco, pero la soledad delante de la enorme contrucción solo me hace estar más alerta. No tengo nada para comer así que me voy directamente a la cama.
Cuando pasan unos minutos siento que me duermo, pero no tengo sueños solo sigo con mis horribles pesadillas donde veo a toda mi familía morir otra vez y Peeta torturado, Peeta. Mis pensamientos viajan hacía él y tengo la necesidad de verle. Pero sé que no debo hacerlo, sino lo más probable es que ceda y no le puedo unir a mi otra vez.
La noche pasa y mi dolor de cabeza crece. Cuando veo los primeros rayos de sol entrar por mi ventana escucho un ruido en la parte de abajo de la casa. Bajo lo más rápido posible y en la cocina veo una cesta con panecillos. Al acercarme veo una nota con una firma tan delicada como lo es la persona que la ha hecho.
No puedo evitar sonreír o tan solo mostrar una mueca porque veo que él aún recuerda que mis favoritos son los panecillos de queso.
Siento mucho tardar tanto en escribir los capítulos pero la verdad es que tengo poco tiempo por los estudios y no estoy muy inspirada. De verdad que lo siento muchísimo.
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Empezar
FanfictionEsta historia esta situada entre el final y el epílogo del Sinsajo y es como me he imaginado la vida que lleva Katniss después de la guerra.