Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto.

Capítulo 7.

Estaba furiosa, pero sobre todo estaba decepcionada. Decepcionada conmigo misma por haber confiado en un pirata, por culpa de ese error ahora Will estaba en peligro. Apreté mi puño. ¿Cómo podía haber sido tan estúpida?.

-Valerie... Solo escuchar su voz hacía que mi ira aumentase, giré bruscamente mi cuerpo y lo encaré, aquel pirata en el que había confiado ciegamente, por el que había arriesgado mi vida al ayudarlo a escapar. –Este no era mi plan, te juro que... Mi mano se movió por sí sola y fue a parar a la mejilla de Jack, toda la tripulación nos veía sin emitir una sola palabra.

-No te atrevas Jack, no te atrevas a seguir mintiendo. Jack me miraba sin saber que contestar. -¿Te has divertido engañándonos?, ¿cómo te has atrevido a hacerle eso a Will?, ¡arriesgamos nuestras vidas por ti, maldito idiota y tú te atreves a intercambiar a Will por un estúpido pacto con David Jones!.

-Escúchame Valerie. Mi mirada hizo que Jack callara.

-¡No, escúchame tú Sparrow!, cuándo lleguemos a Tortuga me pienso marchar. Jack me observó alarmado. –Pienso ir a buscar a mi hermana y voy a ir a por Will.

-¡Estás loca Valerie!.

-¡No pienso abandonar a Will, cuando él a sido quien me ha cuidado desde siempre!.

-¡No entiendes nada!. Mi poca paciencia se estaba esfumando.

-¡No, no entiendo nada de lo que acaba de pasar, no entiendo cómo has sido capaz de hacer lo que has hecho por un estúpido barco Jack!. Las lágrimas amenazaban con salir pero me contuve.

-Esto no tenía que salir así Valerie. Jack intentó acercase pero yo retrocedí.

-Deja de mentirme Jack, ¿sabes?, hubieses acabado antes intercambiandome a mí. Jack me miró dolido.

-No podría hacer eso nunca Valerie. Di media vuelta y me dirigí hacia el camarote de Will.

-¿Qué diferencia hay entre Will y yo?, no dudaste al dejarlo abandonado, podrías perfectamente haber hecho lo mismo conmigo y te quitarías problemas de encima, ya se que ninguno de nosotros te importamos. Mi voz salió fría y me alejé finalmente de allí, todos me observaban callados.

Una vez llegué al camarote de Will me tumbé sobre su cama y las lágrimas empezaron a salir solas, me sentía impotente.

-Lo siento Will. Sollozé. –Siempre estuviste a mi lado en los malos momentos y yo no puedo hacer nada por ti ahora. Mi vista se enfocó en una pequeña mesita que había al lado de la cama, una foto de Will y Elizabeth se encontraba sobre ella y aquello solo consiguió que mi llanto aumentase. -¿Cómo le diré este a Lizzy?. La reacción que podría tener mi hermana cuando le contase aquello no hacía nada más que atormentarme.

No se en qué momento me quedé dormida, pero no fue ningún sueño agradable. Fue una verdadera pesadilla, Lizzy no hacía nada más que culparme por dejar a Will en las manos de aquel monstruo, mientras que Will no paraba de repetir que lo había abandonado y que por mi culpa no podría volver con mi hermana, que era una egoísta por no haber impedido aquello.

Desperté muy alterada y sudada. ¿Era una egoísta por no haber aceptado yo misma el pacto que le habían ofrecido a Jack?. Me senté sobre la cama y suspiré. Tenía que rescatar a Will, costase lo que costase.

Pasó toda una semana mientras nos dirigíamos a Tortuga, evitaba salir del camarote de Will y cuando lo hacía simplemente bajaba a la cocina sin dirigirle la mirada a nadie y volvía rápidamente al camarote, Jack intentó hablar conmigo en uno de mis viajes a la cocina pero simplemente lo ignoré. Un golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos.