Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto.

Epílogo

Miles de velas acompañadas por diferentes personas que no había visto antes se encontraban en el lago de Tía Dalma. Algunas incluso derramaban lágrimas, las mías habían dejado de caer hacía una hora pero las caricias para calmarme por parte de Will no habían cedido en ningún instante.

Una vez que llegamos a casa de Dalma todos nos sentamos en diferentes lugares en total silencio, el ruido que provocaba el cuchillo de Will al caer en la mesa de madera era el único sonido que había. Dalma se acercó con una bandeja llena de vasos con bebidas.

Ella se paró delante de mí, pero me negué, no quería beber nada.

-Para el frío y la tristeza. Alcé mi mirada y ella asintió mientras cogía una bebida, podía notar como mis ojos se humedecían de nuevo. –Es una lástima, se que pensabas que con La Perla podrías haber capturado a ese demonio y haber liberado el alma de tu padre. Dalma se dirigió a Will mientras dejaba una bebida en la mesa.

-Eso ya no importa, La Perla se ha hundido junto con su Capitán. Un ligero sollozo salio de mis labios y Lizzy colocó su mano sobre la mía.

-Así es y ya parece que el mundo sonríe un poco menos. Gibbs entró de nuevo en la casa. –Nos engañó a todos hasta el final, pero supongo que en el último momento venció su honradez. Lizzy retiró su mano de forma brusca mientras que yo la miraba confusa. –Por Jack Sparrow.

-Nunca hubo nadie como el Capitán. Ragetti alzó su bebida.

-Un noble mercenario, si señor. Pintel siguió a su compañero.

-Un buen hombre. Mi hermana bebió mientras yo seguía confusa.

-Un estúpido pirata. Mi mirada estaba en aquella bebida, notaba mi voz rota y la mirada de todos sobre mi. Como odiaba asumir que aquel pirata se había robado mi corazón.

Noté como Will se levantaba de su silla.

-Si se pudiera hacer algo por devolverle la vida, Valerie.

-¿Lo harías?. Dalma miró a Will en busca de respuestas. -¿Eh?. Caminó hasta Lizzy. – Y tú , ¿qué harías?. Miró a todos. -¿Qué estaríais dispuestos a hacer cualquiera de vosotros?. Fijó su vista en mi. -¿Navegaríais hasta el fin del mundo y más allá para recuperar al ocurrente Jack y a su preciosa Perla?.

-Sí. Sin apartar la vista de Dalma me levanté y ella sonrío, seguida de mi respuesta contestaron Gibbs, Pintel y Ragetti.

Dalma miró a mi hermana en busca de su respuesta.

-Sí. Esta vez miró a Will.

-Sí.

-De acuerdo. Dalma sonrió. –Pero si vais a viajar al fin del mundo y afrontar los misterios de sus embrujadas costas, entonces, necesitaréis un Capitán que conozca esas aguas. Dalma se apartó mientras Lizzy y yo nos movíamos para ver quién estaba bajando por las escaleras.

-Decidme, ¿qué se ha hecho de mi barco?. Barbossa estaba delante de nosotros y sobre su hombro estaba Jackie el cuál al verme saltó sobre mi, mientras el pirata mordía una manzana verde.

Acaricié al pequeño animal, lo había extrañado y miré a su dueño.

Estaba lista para ir a dónde fuese necesario para recuperar a Jack.