Los labios de Jeff se juntan con los de una chica que ha cedido, no es suficiente la primera vez, por lo que repiten la acción cuantas veces decida él.
A los pocos segundos Jeff experimenta una sensación extraña, que algunas veces aborrece y otras lo hace sonreír maleficamente. Es ese preciso momento en el que la chica queda desnuda frente a sus ojos, él comienza a tener en su mente, como si fuera de él mismo, todo sobre ella: su vida, qué le gusta, qué odia quién es su familia, cuántas veces pensó en él o en cualquier otro chico, recuerdos del pasados, secretos nunca revelados, o cosas simples e irrelevantes.
Razón por la que el cuaderno está casi lleno, y necesitarían unos cuantos más para concluir con los expedientes.
Regina por su parte se encuentra en un garage, viendo con su peor mirada a el grupo de chicos, que se aprovechará de lo que sabe.
—Quiero saber algo, ¿Cómo es que saben tanto de todas estas chicas? ¿Acaso las obligan a hablar?
¡Oh! Pero al parecer no lo sabe todo.
—Tú no lo entiendes, ¿verdad? —dijo Bruce.
—Sabes que debes mantener todo en secreto —recalcó un chico a su lado.
— ¡¿Y eso que importa?! —gritó Bruce en respuesta.
—Te necesitábamos para algunas cosas Regina.
Regina abrió la boca sorprendida —¡Ah! ¡¿Qué?! ¡¿Acaso están locos?! —intentó calmarse un poco, solo un poco.
—¿Y qué? ¿Crees que dejaríamos perder ese cuaderno por equivocación? ¡Por favor! —se burló Bruce literalmente en su cara.
—De verdad que son unos malditos —los señaló a todos.
—Hey, manten la calma, iremos por parte. Tú haces lo que digamos y no estarás en esa lista como lo prometimos —le explicó Bruce.
— ¿Que se supone que deba hacer? —se cruzó de brazos la única chica del equipo.
—Cerrar la boca —habló de nuevo el chico al lado izquierdo de Bruce.
—Gestionar la información, ordenarla en un blog —explicó Bruce.
—¿Piensan publicar... —se tapó la boca a si misma.
Realmente estaba sorprendida, sabía que no era bueno ceder a los encantos de aquel grupo de chicos, pero iban ido demasiado lejos. Y llegarían aún más allá.
— ¡Cállate!
— ¡¿Que?! ¡Nadie va a escucharme! —gritó enojada.
—Así que tu decides —Adrien alzó las cejas.
Rodado los ojos dijo —Me quedó.
—¡Sí! —gritaron todos al unísono chocando los cinco.
—Les dije que funcionaría —habló Alec entrando al garage.
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Un Beso No Significa Nada.
Short Story¿Y si pudieras saberlo todo con un beso? No me refiero a encontrar a la persona indicada por lo que sientas, hablo de llegar a saber absolutamente todo acerca de ella. Ninguna de las chicas en toda la preparatoria tiene idea de lo que sucederá despu...