Papá, soy gay

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—¿Ya viste a ese chico? Es repugnante, ¿cómo es que no le da pena ser maricón, debe ser la vergüenza de su familia.

Esos eran los típicos comentarios que Kim Taehyung recibía por parte de los demás, sin embargo, aquel chico de cabellos rojizos solo los ignoraba, haciéndose El Fuerte.

Por otro lado estaba Jung Hoseok, él era en pocas palabras el hijo perfecto, promedio de diez, buena conducta y nunca había sido regañado por sus padres o superiores.

Solo le hacía falta una cosa.

Una novia.

Eso era lo que sus padres le exigían. Sin embargo, Hoseok no se sentía atraído hacia alguna de las chicas de su colegio. Aunque había alguien que llamaba su atención.

Y ese era Kim Taehyung, de alguna forma Hoseok lo admiraba porque no tenía miedo de mostrarse tal como era, era libre, y hacía lo que quería, además le gustaba mucho el color de su cabello, el rojo era su color favorito.

Cada vez que veía a Taehyung en los pasillos las ganas de hablarle lo comían entero, hasta que un día escuchó un comentario de una de las porristas de la escuela.

Después de eso prefirió no acercarse después de cinco metros de distancia de aquel chico, puesto que dañaría su imagen.

Pero, ¿qué era lo que realmente quería Hoseok?

O más bien, ¿quién era Hoseok?